Mañana domingo día 7 el coso de Valmojados, inmenso y grande hasta el extremo de albergar todos los espectadores que lo deseen y muchos más, abre sus puertas para celebrar una gran novillada con picadores puesta en marcha por Luis Antonio Rodríguez “Taru” y el ayuntamiento de Mojados (Valladolid), institución que, con motivo de las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Rosario, ofrece a sus habitantes un programa ameno y atrayente a cuyos actos además acompaña el espléndido tiempo que envuelve la provincia en estos días otoñales.
Mojados, el pueblo de la caricia amable y la distancia, corre toros por sus calles y campos en una amalgama de colores y tenue polvo que atrae como un imán a los aficionados de Valladolid y provincias limítrofes. Aún recuerdo mis comienzos juveniles cuando íbamos a Mojados a ver los toros en una vieja plaza de palos con ganas de fiesta e ilusión y para hacer un alto en el regreso en alguna de las viñas aledañas a coger unos racimos de uvas al entrar la mañana, preparando el lagarejo entre risas y alegría por la parte de atrás del coche.



Pero de aquellos recuerdos de ayer a las realidades de hoy media un abismo ya. Hoy, se levanta una plaza de toros de fábrica inmensa, grandiosa, espectacular en los terrenos que ocupan los campos de fútbol, deportes y otros servicios a la salida de la población en dirección a Olmedo. Ese recinto verá a partir de las seis de la tarde correr y lidiar los Novillos toros de Torregrande para tres novilleros de la esperanza que se llaman JUAN CERVERA; CARLOS ARANDA y CARLOS OLSINA.
De un tiempo a esta parte en Mojados los festejos de toros corren a cargo de el Taru. Y esta novillada con picadores del domingo siete de octubre es ya uno de los últimos festejos de la temporada que van a darse por Castilla y León, a falta solo de Alba de Tormes y poco más.
La oportunidad de ver a tres muchachos que quieren ser toreros, vestidos de luces, lidiando los utreros de Torregrande, con divisa encarnada y amarilla, propiedad de María José Pérez y José María Marrón cuya explotación ganadera pasta en tierras de Badajoz, viene a Mojados como anillo al dedo para comprobar el sitio, la medida, el arrojo y la voluntad de una terna joven y esperanzada.
¡Que Dios reparta suerte!.
Fotos: José FERMÍN Rodríguez
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