Santiago Castro emocionado, sentimental, agradecido, sencillo y echando su cuarto al corazón de los espectadores recibió el homenaje orgulloso que la afición de Valladolid le tributó por sus cincuenta años de alternativa, su forma de comportamiento en el mundo del toro y sin olvidar tampoco la desgracia por la que tuvo que pasar al ser corneado por un toro de Guardiola en la plaza de Madrid, percance que lo apartó para siempre de los ruedos.
Muchas cosas sencillas producen la grandeza en resultados. Y así sucedió en la tarde noche de ayer en el auditorio de Caja España y Caja Duero en la plaza de Fuente Dorada.
A Santiago Castro lo acompañaba en la mesa el ganadero Antonio Pérez Tabernero cuyo toro “buenos días” fue el AP de Antonio Pérez de San Fernando para su alternativa en Castellón recibida de manos de Antonio Bienvenida. También estaba en la mesa el ponente de lujo Federico Sánchez Aguilar, Presidente de la Federación de Asociaciones de Radio y televisión de España, quien pronunció la ponencia laudatoria y Justo Berrocal, portavoz de los aficionados y de la Entidad convocante de este homenaje.

Se palpó la emoción y el sentimiento en todas y cada de las intervenciones del torero de Mojados quien quiso destacar el agradecimiento profundo y sincero que guarda hacia su hermano Clemente Castro por tantas y tantas horas a su lado, ayudándole sin pedir nada a cambio y llenando su aportación a la historia del toreo vallisoletano. Este hombre salió tres veces consecutivas por la puerta grande de las Ventas, marcando un hito, y ocho en total a lo largo de su carrera. Entre los asistentes estuvo William Cárdenas, embajador de Venezuela en España en otro tiempo y en la actualidad promotor singular de las declaraciones de la Fiesta como patrimonio cultural inmaterial.
También el público de la sala pudo preguntar y exponer su palabra. Uno de los asistentes, el doctor Mateo, cirujano taurino de la Plaza de Valladolid, expuso con profesionalidad y sinceras muestras de ser un tremendo aficionado taurino la función de los doctores que ayudan, restañan y curan las heridas producidas por los toros a los diestros toreros. Unas galenos a quienes deben contemplar todos los aficionados con tremenda gratitud y reconocimiento. El doctor Mateo, junto con Pepe Rabadán, es una de las figuras egregias de la medicina taurina en Valladolid quiso agradecer este homenaje tan merecido al diestro vallisoletano en esas bodas de oro de su alternativa.






En resumen, una jornada plena de significado y reivindicación de la fiesta de toros personificada en un personaje, uno más del elenco de toreros con que cuenta Valladolid, Santiago Castro “Luguillano”, matador de toros.
FOTOS: José SALVADOR
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