«A los toros, que ya he vivido!…» es el hilo argumental de un genial documento gráfico hecho por la Fundación del doctor Juan José Márquez y presentado por numerosos sitios habiéndosele dado a conocer públicamente a los aficionados. La expresión completa contenida en el mismo es «padre, a los toros que ya he vivido…» forma parte de una colección de poemas taurinos, vivencias y recuerdos literarios del poeta Ángel Luis Sánchez que tienen al espectáculo de los toros por centro y piedra angular del trabajo.
Esta pasión más allá del tiempo puede ser visionada por cuantos lo deseen en la sección de videos de Youtube y en el archivo de Tendido cero de televisión española. Por no repetir demasiado las cosas ya dichas este es el enlace donde puede verse lo escrito tras la presentación en el estreno del mismo http://www.federaciontaurinavalladolid.com/juan-jose-marquez-cineasta-torero-y-medico-benefactor/
La gustosa y siempre bonita expresión de alegría: «¡A los toros!«, dicha por cuantos encaminan sus pasos cada tarde a los lugares en donde se celebran las corridas, novilladas o espectáculos taurinos se ve acrecentada en estos días de agosto por el aluvión de festejos que se programan en pueblos y ciudades con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Asunción y de San Roque, la pareja celestial más torera, más dulce y más agradable que los taurinos pueden echarse a la cara, respetando siempre la memoria de su patrón San Pedro Regalado.
Está poniéndose de moda otra vez la feliz expresión, gracias sobre todo a grupos de personas que la lanzan a los demás con diversos argumentos y «slogans», como por ejemplo, la asociación de jóvenes taurinos de Valladolid («Yo voy a los toros«), que se ha apuntado un tanto muy importante en la promoción y asistencia a las corridas de toros. También se diga de peñas, otras agrupaciones de jóvenes que inundan el aire cibernético con sus mensajes, noticias, fotografías e imágenes de los toros corriendo por campos y plazas en encierros, probadillas y capeas y organizaciones mejor o peor regladas que también hacen suyo este grito que ahora surge espontáneamente en el cénit de agosto. Y por supuesto de los muchos y buenos profesionales que tienen a la Tauromaquia con el objetivo de su difusión y fomento.
«¡A los toros!» resuena una vez más en las gargantas de grandes y chicos, viejos y jóvenes que sienten algo en su interior que les condiciona y anima a asistir a un tendido en cualquier plaza de toros para ver a un diestro torero parar, domeñar, crear arte y valor y hacer sentimiento y unión con un toro bravo en el temple de todo su cuerpo puesto en un espacio de arena y luz. Es el alguacilillo de la estupenda fotografía realizada por José Fermín Rodríguez quien abre plaza al empezar la función más española que existe desde hace mucho tiempo, digan lo que digan. Y detrás los toreros y sus cuadrillas en un paseíllo ordenado y colorista, lleno de belleza, a los sones de un pasodoble.
Fotos: José Fermín Rodríguez
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