Aunque más propiamente habría que decir “casi”, pues la aldaba que echan al certamen las reses del frío, como se conoce a la vacada de Antonio Bañuelos en la localidad burgalesa de Hontomín, supone el cierre definitivo a las doce jornadas que, día a día y sábado tras sábado, hemos pasado desde la Federación taurina acompañando, promocionando, ayudando y viendo a estos chavales que quieren ser toreros. Tan sólo quedan doce de la treintena que empezó y de la Cabañuela saldrán los seis mejores que disputarán la gran final el día de San Juan en el histórico coso de Rioseco. Los citados y convocados para esta segunda semifinal el sábado 29 de mayo a las 12 del mediodía (la primera se celebró en los Bayones) en las estribaciones del páramo de Masa en Burgos son éstos y con las puntuaciones siguientes:
Daniel Baratas, 30 puntos Guillermo López, 18 puntos. Carlos Gómez, 31 puntos. Javier Casares, 39 puntos. Kevin Hernández, 32 puntos. Mario Vicente, 39 puntos. Antonio López, 30 puntos. César Alonso, 30 puntos. Víctor Tallón, 32 puntos. Jorge Sahagún, 35 puntos. Ángel Jiménez, 27 puntos y Jesús Marcos, 27 puntos.
Un abanico de toreros diverso y variado, cada uno con su estilo, con sus virtudes y defectos, pero todos unidos por esa gran afición que les hace llevar en lo hondo de su corazón la fiesta de toros. Día grande por tanto éste para la cita en la prestigiosa ganadería de Bañuelos, como no podía ser menos, con Antonio, su propietario, siempre dispuesto a echar una mano a los que empiezan en esta difícil y complicada profesión del toreo que libremente han elegido. Por eso, la organización que convoca este Certamen de Tentaderos “Ciudad de los Almirantes” ha escogido a la primera de las ganaderías de la unión de criadores de toros de lidia en Burgos para celebrar la jornada definitiva de la que saldrán los seis mejores, los seis elegidos para disputar el triunfo final de este popular certamen de tentaderos. Antonio Bañuelos, el propietario de estas instalaciones agropecuarias donde el ganado de lidia vive a su antojo en unas seiscientas hectáreas de terreno con buenas praderas y monte bajo de encinas y robles que da cobijo a las reses que se denominaron “Torreblanca”, abre las puertas de su casa a la comitiva de toreros, familiares y organizadores para que en su plaza de tientas inaugurada por Juan Ignacio Pérez Tabernero en 1995 y puesta en funcionamiento pleno tras la remodelación por Julián López “El Juli”, se elijan a los mejores y se seleccionen unas hembras destinadas a servir de continuidad a esta prestigiosa ganadería burgalesa. La ganadería de Bañuelos que cuenta como anécdota simbólica que el macho número uno de todas las camadas lleva de nombre «Campeador», independientemente del nombre de su madre, para hacer honor al legendario héroe castellano que nació en Vivar, muy cerca de estos parajes, abre sus puertas a un acontecimiento singular para estos chavales.
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