Y allá que nos fuimos el fotógrafo Fermín y un servidor para presenciar la primera corrida de toros de la temporada. Luz en el cielo con un solecillo cálido y agradecido, luces entre los hilos de oro de los toreros, especialmente bello el bordado del traje de Octavio Chacón, acogida sincera y amistosa de la familia Hebrero cuando llegamos a la vega del pozo que ese es el nombre en árabe de Ajalvir y unos toros sevillanos de Soto de la Fuente gordos, lucidos, cuajados, nobles pero con poquita fuerza y empuje, tras el festejo en el que triunfaron merecidamente dos de los componentes de la terna, el gaditano Víctor Janeiro, dos orejas y el paisano de la misma tierra Octavio Chacón que se llevó tres del lote en su esportón. Tres cuartos de plaza, compitiendo además con el partido de fútbol en el que el Atleti de Madrid jugaba en Barcelona a la misma hora de la corrida, 4,30 de la tarde, presentaba el graderío una buena nota de concurrencia. Bien es verdad que los empadronados de Ajalvir tenían acceso con la invitación de su Ayuntamiento.

Víctor Puerto fue atropellado sin consecuencias, aunque quedó dolorido y cojeando al recibir un golpe en la parte baja de la rodilla cuando instrumentaba los lances de recibo al primero de la tarde. De modo que, casi no habíamos acabado de acomodarnos en la plaza y el primer sobresalto surgió como aperitivo. El buen diestro madrileño giró y giró sobre sí mismo alejándose de la cara del ejemplar de Soto de la Fuente, flojo y sin apenas fuerza, como el resto del encierro, excepto el segundo con más fuelle y sin duda el mejor del sexteto. Lástima del que cerraba plaza, el mejor presentado, con tipo y encastado, al darse una costalada que lo dejó casi descaderado y sin fuerza alguna para su lidia. Puerto recibió tímidos aplausos cuando despachó a sus ejemplares.

Janeiro estuvo muy entonado en sus dos trasteos, con ganas y fe, buscando siempre la efectividad que brindó al público. Con el capote tengo anotada una media verónica estupenda, llena de plasticidad y muy aplaudida. Con la muleta anduvo aseado y lo mejor de todo la estocada con la que despachó al segundo de la tarde, haciendo muy bien la suerte y clavando el acero un pelín desprendido, pero que tiró por tierra al animal, recibiendo las dos orejas que paseó triunfal a los sones de «Amparito Roca».
Octavio Chacón es un torero al que ví hace varios años en algunas ocasiones y que ahora ha madurado, se ha colocado y cruzado a pitón contrario bien y además terminó con un arrimón de padre y muy señor mío, dejándose rozar los alamares por el cuerno del toro y recibiendo un achuchón más que comprometido que pudo costarle caro, pero del que salió indemne. Valor de Chacón en todos los momentos de su lidia. Ni se arrugó ni se alivió sino que siempre estuvo dispuesto a ofrecer las telas con temple y torería. Una oreja cortó en su primero y dos en el que cerraba plaza, un buen toro que quedó medio inválido tras la voltereta.










En resumen. la primera de la Feria de este año 2016 que tenemos la suerte de contar a todos los lectores y donde compartimos graderío con buenos aficionados taurinos de Madrid como Miguel Mocholi, Andrés Caballero y el palentino Francisco José Lorenzo y el deseo para todos ante la nueva temporada: ¡Que Dios reparta suerte!.
FOTOGRAFÍAS: José FERMÍN Rodríguez
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