Al hilo de lo sucedido ayer en Madrid con el torero Alberto Aguilar que, según me dicen quienes vieron y estuvieron allí, mereció por su trabajo, su torería, su esfuerzo, su valor y su vaciado todo, salir por la puerta grande de las Ventas, salvo para el Presidente de la corrida.
A este respecto conozco a uno de los Presidentes de Plazas de toros, Javier Fernández Cisneros, un aficionado cabal que tiene hechos los cursos de Presidente, convocados por la Junta de Castilla y León, que sabe de toros y ha presidido diversos festejos por esta zona regional. Ahora recuerdo haberlo visto en las novilladas de Pedrajas de San Esteban, con el galardón del «Piñón de España», presidiendo los festejos; en Medina del Campo, en Rueda, en Íscar y en otros lugares.
Y hoy, el hombre, desesperado, dolido y roto por la injusticia cometida en Madrid con el diestro Alberto Aguilar, nos pasa una carta que ha enviado a la Dirección de la Asociación de Presidentes de Plazas de toros y cuyo contenido es textualmente éste:
« Como miembro y socio de esta Asociación , nunca entenderé cómo se puede violar el reglamento de esa manera, y lo que es peor, el concepto de impartición de la Justicia que deja este hecho de los presidentes con su decisión de ayer el Sr. D. Julio Martínez Moreno que se saltó olímpicamente el reglamento a los ojos de toda España, ante actitudes de esta índole y viendo y constatando tras hechos puntuales, me creo (y es mi humilde impresión) que los Palcos seguirán controlados por Comisarios de Policia ( que tienen derecho como el que más a ser Presidentes no por ser policías, sino por aficionados) pero que no nos engañen las Comunidades Autónomas con cursos inútiles a los aficionados de corazón que hemos asistido a dichos cursos.
Es por lo que alzo mi más enérgica protesta y no sé lo que tardarán en aparecer Asociaciones de Presidentes a nivel Autonómico donde imperen criterios distintos a los de siempre.
Un Cordial Saludo.
Arq. Juan Gabriel Solorzano dice
Sobran adjetivos para evidenciar la estupida y soberbia actitud de un seudo taurino llamado Julio Martinez Moreno, lo cierto es que nego una puerta grande a un gran torero, esto no debe permitrirse y menos solapar, no se a quien corresponda exigirle su renuncia, pero si este calandrajo de hombre tuviera verguenza la presentaria de inmediato.