Dentro del amplio grupo de chavales que han estado en esta edición en el Certamen de tentaderos «Ciudad de los almirantes», cuya final se disputará el próximo día 24 de este mismo mes conmemorando a San Juan, aparece siempre un ramillete de animosos aspirantes a torero que han dado lo mejor de sus cualidades para estar en la gran final.
Desde la semifinal de Bañuelos han llegado seis novilleros con posibilidades de ganar el certamen. Y en este momento traer aquí a uno de ellos, Álvaro García, no quiere hacerse en desdoro de los demás, ni muchos menos, pues nuestra labor es la de poner todos los medios que podamos para que los chicos desarrollen sus cualidades y ejerzan esta profesión tan difícil y complicada.
Álvaro, natural de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, es el benjamín del certamen. Poco más de catorce años cuenta su corta vida como torero y hasta el momento estas son las fechas del mes de junio que ya tiene acarteladas y firmadas: 12 de Junio, Mendavia (Navarra). 19 de Junio, Anaya de Alba (Salamanca). 24 de junio, Final del Bolsín de Medina de Rioseco (Valladolid). 25 de Junio, Andújar (Jaen) y los días 10, 17 y 24 de Julio, en Colmenar Viejo, en el Bolsín Internacional, por haber triunfado el año anterior.
Recuerdo en estos momentos las dificultades físicas que presentaba el día de la semifinal al sufrir un cuadro alérgico al polen de la ya prácticamente pasada y acabada primavera que no le dejaba respirar bien, cosa imprescindible para realizar el trasteo ante la exigente vaca que le tocó y a la que toreó estupendamente, con entrega y clase. En las pausas, su padre solícito y emocionado le ofrecía agua de una botella para que se enjuagara y pasara el trago de las gramíneas que le taponaban las vías respiratorias y la bravura de la res que le hizo abrir de par en par la afición que atesora el muchacho.
Esta vez juntos, harán el paseíllo en Rioseco, Víctor Tallón; Ángel Jiménez; Jorge Sahagún; Javier Moreno y Pablo Rovina, los seis que con sus calificaciones se ganaron estar en la cita. A ellos, pues, el mérito y el aplauso del aficionado.
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