Aparte de la transmisión de conocimientos, la vinculación con el toro de lidia, criándolo y protegiéndolo, es una actitud que imprime carácter en la persona tal y como dejó claro en su intervención anoche el ganadero burgalés Antonio Bañuelos en la primera de las jornadas taurinas que se celebran en Zamora que presentó y moderó nuestro director Jesús López Garañeda en el centro cultural de la Alhóndiga zamorana.
Llegó Antonio Bañuelos a Zamora con el objetivo de transmitir al auditorio que prácticamente llenó el recinto público, la emoción, el manejo, la intervención humana en la explotación ganadera de La Cabañuela, la finca en donde se desarrollan los llamados «toros del frío». Empezó su explicación con la razón por la que dedica su pecunio, su esfuerzo y su misma vida a la crianza de estos toros de lidia, espectaculares, que transmiten emoción, con hechuras para que no sean ni muy anchos ni muy altos, que pueda el torero estar muy quieto y realizar con su muleta la unión artística que transmita emoción a los aficionados.
Estas jornadas están organizadas por Francisco Campo, que fuera novillero local en el pasado, y concentran un importante número de aficionados zamoranos en su convocatoria tal y como quedó demostrado anoche en la Sala Cultural del Ayuntamiento.
Casi veinticinco años, nada prácticamente en palabras del propio ganadero, son los que median desde que vinieron al páramo de Masa burgalés las primeras vacas desde las tierras cálidas andaluzas de Medina Sidonia, con sementales de Torrealta y Torrestrella, aclimatando las reses a una altitud geográfica y a una zona nueva.
En la actualidad la Cabañuela alberga unas 700 cabezas y en su haber figuran seis sementales que fueron indultados en distintas plazas, el primero de ellos, «Gamarro» que fue lidiado por el maestro Enrique Ponce e indultado el 30 de junio de 1999.
No faltaron numerosas y diversas preguntas hechas por los aficionados asistentes para destacar la actividad de la Fundación del toro de lidia y la puesta en marcha de un estamento organizado, profesional y capacitado para representar, defender y fomentar la lidia del toro bravo en sus múltiples facetas.
Antonio Bañuelos mostró a los zamoranos en una producción videográfica de instantes y brevedad los mejores momentos del paso en su ganadería desde que se produce la paridera hasta la lidia en la plaza del toro e hizo votos por llegar algún día a lidiar en las capitales de Castilla y León, especialmente Valladolid y Zamora.
Foto: M. T. García.
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