Emoción y brillantez, dos de los aspectos que han caracterizado el arranque de la decimoséptima edición de la Semana Cultural taurina que organiza la Federación de Valladolid en el local social de Caja España- Duero en la Fuente Dorada de la ciudad del Pisuerga. Con lleno total en el patio de butacas los ponentes en esta ocasión de apertura fueron Jesús Enríquez, concejal del ayuntamiento en representación de Javier León de la Riva; el abogado Francisco Tuduri, Presidente de la Plaza de toros de San Sebastián; Ángel Gallego, empresario de la Plaza de toros de Valladolid; Mariano Aguirre, Presidente de la Real federación taurina de España y el diestro José Miguel Pérez «Joselillo». Moderada la mesa por Manolo Illana, se abrió el acto con unas palabras recordatorias de la situación tan dura y complicada por la que ha atravesado el presidente de la Federación taurina Justo Berrocal, tras la muerte de su hija en China y el fallecimiento de quien fuera asesor taurino de la plaza de Valladolid Fernando Merino. El auditorio prorrumpió en un aplauso de ánimo que recogió emocionado el propio Justo Berrocal.
El representante municipal, Jesús Enríquez, declaró en sus palabras de bienvenida la gratitud por compartir la afición uniéndose a un buen aficionado y su colaboración con el Consistorio por medio de estas Jornadas y otras iniciativas culturales. Declaró su apoyo a los espectadores, abonados y profesionales que sustentan la fiesta de toros, sobre todo ahora que «hay que arrimar el hombro». Jesús Enríquez explicó la ausencia obligada del Alcalde de la capital, gran aficionado Javier León, pues un viaje al extranjero, concretamente a París, le ocupa en estos momentos. Enríquez mostró la disposición a seguir apoyando esta fiesta única y singular que han hecho que Valladolid sea denominada Ciudad taurina.
A continuación tomó la palabra Mariano Aguirre para dar lectura al texto de Justo Berrocal quien, como Presidente de la entidad organizadora y debido a las circunstancias por todos sabida, no estuvo sentado en la mesa sino que lo hizo entre el público, corriendo Aguirre, su amigo de siempre, con la exposición del documento de Justo en donde declaraba que » qusiera pedirles disculpas por no hacer acto de presencia en la mesa, pues la muerte de mi hija me tiene muy apenado, sin fuerzas ni moral y con el alma partida en mil pedazos. En nombre de mi mujer, de mi otra hija y en el mío propio, así como del resto de la familia, queremos agradecerles el cariño, la solidaridad, el aliento y el apoyo que nos han transmitido en estos días de tanto dolor». Agradeció la colaboración de las autoridades, especialmente de Ramiro Ruiz Medrano, delegado del Gobierno, sin cuya colaboración hubiera sido imposible resolver en tan breve espacio de tiempo la tramitación y el traslado de los restos mortales de nuestra hija».
Los aplausos del auditorio, de ánimo y reconocimiento, surgieron espontáneamente hacia Justo Berrocal quien, visiblemente emocionado siguió las intervenciones desde el patio de butacas.
La ponencia del acto estuvo a cargo de Francisco Tuduri con el sugerente tema de «la fiesta ante la crisis» y el tolosarra no defraudó en sus explicaciones que resultaron claras, concisas y diáfanas. Cuatro cosas debe tener un Presidente de plaza: capacitación; profesionalidad; transparencia y responsabilidad. Citó a Enrique Tierno cuando dijo que «los toros son un ejercicio de brutal sinceridad» y resumió la actual crisis social y económica que asola este mundo de los toros, precisándose un plan estratégico que reestructure internamente el sector. «Hay que reinventar la corrida en todos los tercios para que el espectador no se aburra, para que se dé la lidia total y aquí citó la labor de Javier Castaño y a su picador Tito Sandoval, presentando la suerte de varas con la propiedad y requisitos que se precisan, luciendo al toro, dejándolo largo, haciendo la suerte a ley en una palabra. Abogó también por la futura creación de un Colegio de Presidentes de plazas de toros.
El empresario Ángel Gallego, lamentó la pérdida de la afición, a pasos agigantados así como los estragos que la crisis ha hecho en este sector. Como empresario expuso que con el cambio de interior a justicia de los toros, el IVA ha pasado del 8 % al 21% en las novilladas, pagando además un millón y medio de pesetas por corrida a la Seguridad social (9.000 euros).
Alabó en su intervención y en su exposición, con las cuentas claras y encima de la mesa, la gestión del ayuntamiento de Valladolid y su apoyo, ya que sin él no podría mantenerse la feria taurina en las dos fechas que se convocan, por San Pedro Regalado y por Nuestra Señora de San Lorenzo. Mostró su continuidad en el apoyo a los jóvenes para que puedan acceder en condiciones ventajosas al espectáculo taurino, pese a la crítica recibida por hacerlo el año pasado.
Sin embargo cuando Ángel Gallego abrió su corazón fue al recordar al auditorio que a él le llevó su padre a los toros y «yo mismo he llevado a mis hijos». De esta manera continuaremos y seguiremos en la brega.
Recordó la importancia de los medios de comunicación y citó la retransmisión de la corrida de Valladolid por la primera cadena de TVE, sin contraprestación económica alguna, por eso «me pregunto, ¿habrá servido para algo?».
Joselillo, el torero de Valladolid, curtido en las duras batallas, fue muy sincero en su exposición declarando que hay desunión entre los distintos estamentos. Jose Miguel Pérez, pese a haber regresado hacía una hora escasa de un largo viaje, se presentó en la mesa de Caja Duero para reivindicar el trabajo, por dar gusto a los aficionados, y destacó que «aunque la crisis los privilegiados la notan menos, nosotros tenemos que seguir con la ilusión renovada y reforzada adelante».
Dieron las gracias a los patrocinadores de este acontecimiento cultural de difusión taurina conformados por Caja España y Caja Duero que acoge las jornadas; los Consejos Reguladores de las denominaciones de origen Toro y Cigales; las Bodegas Frutos Villar y los restaurantes La Criolla; La Perla de Castilla y El Peso de Valladolid, establecimientos que las han hecho posible con su mecenazgo y patrocinio.
Una hora y media de reloj hablando de toros, de ideas, de esfuerzos, de problemas, de situaciones y de emoción contenida sería el balance entresacado de quienes acudimos anoche a los salones de Caja España Duero a las jornadas taurinas de la Federación.
Fotografías: JOSÉ SALVADOR
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