La pasada madrugada los lobos entraron en la Finca “Carmona” en la localidad vallisoletana de Castronuño que ya venían rondando desde navidades y volvieron a hacer de las suyas, como lleva sucediendo desde hace muchos años, sobre todo entre el invierno y la primavera.
Los hermanos Mayoral García (José Luis y Juan Carlos) titulares de la ganadería desde que en 1985 ambos se incorporaron a las tareas propias del oficio, se encuentran impotentes ante estas agresiones. Su finca de 308 hectáreas y con algo más de 400 cabezas de ganado bravo para enclavada en un pequeño valle rodeada por pinares, lugares donde los cánidos encuentran refugio muy fácilmente. A primeras horas de la mañana cuando comenzaban a dar de comer al ganado se encontraron esta vez a una novilla degollada por los lobos, estando los cánidos rondando todavía por la finca por lo que suponen que el animal no hacía mucho que había perdido la vida.
Este no es el primer ataque que la Ganadería Mayoral sufre en su explotación, porque en lo que va de año ya han perdido nueve terneros y esta novilla. Los hermanos Mayoral van poco a poco aprendiendo en cada ataque; como a los lobos les resulta más fácil atacar a los terneros pequeños y ya llevaban muertos nueve, les han acercado más hacia la casa de la finca, manera de tenerles un poco más protegidos y claro, ahora atacan a los otros. Los fríos intensos del invierno y la falta de alimento para los lobos están convirtiendo la situación, prácticamente insoportable para todos los ganaderos. Éstos aseguran que debía ser la Junta quien abonara las pérdidas que estos animales están provocando, así como buscar alguna solución para reducir las manadas de lobos. En definitiva, se deberá buscar alguna solución pronta para seguir evitando que acaben con el trabajo ganadero de estas familias que se juegan su dinero y su futuro.
Foto: Gema Losada
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