La clausura de la Semana cultural de Valladolid se cerró con un broche musical y poético de excepcional interés y belleza. El salón de Caja España, lleno de espectadores, acogió el poema taurino dicho por el doctor Juan José Márquez y armonizado por el piano magistral de Pablo Toribio y el incomparable violín, hecho vibración armónica y atrayente del joven Marcos Núñez.
Al final, la sorpresa y el reconocimiento a un hombre, decano de la prensa taurina en Valladolid, José Luis Lera, a quien el compositor musical Eugenio Gómez le hizo entrega de la partitura de un pasodoble dedicado a su persona. Desconocida la acción por el homenajeado, un espontáneo y elevado grito diciendo «uyy, la leche!, que es a mí», el aplauso de la concurrencia tapó la sonrisa alborozada de todos. José Luis Lera salió al escenario y, tras recoger su sorpresivo premio, apenas pudo articular palabras de agradecimiento por el detalle, mostrándose singularmente agradecido y emocionado.
Acto seguido, el piano del profesor Pablo Toribio Gil desgranó en notas la creación, sonando bellísimo, mientras el joven Marcos Núñez, con el capote en las manos, toreaba de salón, ante los espectadores que ovacionaron puestos en pie al final de la interpretación.
La verdad, que el acto de cierre de la XX Semana cultural quedará grabada en cuantas personas estuvieron presentes, no solo por la originalidad de la puesta en escena sino por la verdad, la grandeza y la sinceridad de la Tauromaquia puesta en valor como singular aportación cultural del ser humano.
Las últimas palabras de cierre fueron pronunciadas por el Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, Pablo Trillo Figueroa, quien mostró su apoyo a la fiesta de toros con energía, sinceridad y valor. Trillo dijo que la Fiesta nacional es España y en estos tiempos convulsos y difíciles que la ha tocado vivir por los ataques virulentos a su propia grandeza, va unida íntimamente a su existencia.
La ovación del público despidiendo del escenario a cuantos esta noche han intervenido en este broche de oro, sinceridad y orgullo de servir a la causa del fomento y del apoyo a la Tauromaquia fue de antología.
Esta noche, emocional y bella de Valladolid ha servido para poner en valor muchas cosas de las que las personas encuentran en la Fiesta de toros, no solo porque es cultura, sino porque es la pauta de vida y respeto de todos cuantos se sienten españoles.
Fotos: José SALVADOR
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