Brilló el sol y disipó la niebla en el homenaje que esta mañana han rendido al torero Julio Robles el Ayuntamiento de Salamanca, la Federación de Peñas Taurinas y un nutrido grupo de aficionados, ganaderos, toreros y representantes de instituciones ligadas al mundo taurino.El acto ha tenido lugar junto a la estatua que recuerda al matador de toros y estuvo amenizado por los pasodobles de la Banda Municipal de Música. En nombre de todos habló Paco March, presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña quien expuso en un emotivo y sincero discurso el aprecio por la memoria de Julio Robles y recordó las ocasiones en que la Monumental de Barcelona recibió el arte de este singular y malogrado diestro al que consideró el «torero de Barcelona».
Escoltada la estatua del torero por dos maceros en traje de gala de la policía municipal, la familia colocó sendos ramos de flores a los pies del monumento entre los aplausos de la multitud. No faltó tampoco el recuerdo realizado por el capellán de la plaza salmantina quien destacó la entereza y la fe de creyente que siempre adornó la personalidad del torero.
Entre los asistentes se encontraba el actual alcalde de Salamanca Carlos García Carbayo a quien acompañaba quien le precedió en dicho cargo, Alfonso Fernández Mañueco; el Presidente de la Plaza de toros de la Glorieta Ramón Sánchez; Santiago Martín el Viti; Alejandro Marcos; Pascual Mezquita; Juan José, Álvaro de la Calle y otros diestros toreros de la tierra; Guillermo Marín, Alipio Pérez Tabernero, Aníbal Sánchez y otros ganaderos charros; «El Rubio» y «El Legionario», picadores en su cuadrilla, y Flores Blázquez.
Las flores a Julio Robles solo dan serenidad al acto que debería ser reivindicación total y absoluta de la Tauromaquia y que está deshaciéndose lentamente en el olvido a poco que no se apoye el mismo. Bastante tienen, tenemos, los aficionados con poca voz y menos decisión que asistimos al acto de homenaje a un torero al que quisieron violentar en su sueño eterno allá por el cementerio de Ahigal de los Aceiteros, manteniendo encendida la llama de la esperanza, cada vez más tenue, que alumbra una de las manifestaciones singulares de la historia española, como es el mundo de los toros.
Mucha emoción esta mañana en la abigarrada concurrencia que acudió a la cita anual a la puerta de la Glorieta salmantina, aplausos y recuerdos entre los sonidos del pasodoble dedicado al malogrado torero por la Banda municipal de Salamanca. Allí estuvimos y allí sentimos de nuevo el cariño y la amistad de unas personas que renuevan año tras año con sinceridad la memoria del diestro nacido en Fontiveros, cuyo cuerpo descansa en el cementerio de Ahigal de los Aceiteros.
Fotografías: José FERMÍN Rodríguez
Deja una respuesta