Esta vez el triunfo fue para Daniel Luque que cortó dos orejas merecidas a un toro de Valdefresno lidiado en sexto lugar como sobrero del titular devuelto por cojo en la segunda corrida de la feria de Nuestra Señora de San Lorenzo y de haber acertado con el estoque en el tercero de la tarde, un extraordinario toro de Fuente Ymbro, encastado y bravo merecedor de la vuelta al ruedo, al que toreó muy bien pero que lo mató de dos infames sartenazos, uno sin soltar y otro clavado por el mismo canal del anterior, estaríamos hablando de un triunfo espectacular. El animal fue ovacionado por el público en el arrastre tal y como hizo con los corridos en cuarto, quinto y sexto lugar.
El torero de Gerena estuvo bien y entregado con el llamado «tramposo» de 490 kilos en la romana que lidió en primer lugar tras brindar al público y en el que salió apurado con una voltereta sin importancia. Hizo unos malabaristas cambios de mano, de derecha a izquierda, y para los adentros que llegaron al público. Con un imperativo «¡estad atentos!», dirigido a la cuadrilla previo, tras tirar el estoque simulado al suelo, le enjaretó la serie sin ayuda con una y otra mano. Pero falló a espadas estrepitosamente, al conseguir un golletazo en toda regla que le hizo esfumarse la oreja que ya acariciaba por su faena.
Donde Luque se soltó fue en el sobrero de Valdefresno, un pavo grandón, zambullo de salida de 603 Kg de peso y cinqueño que se vino arriba tras la estupenda vara colocada por el picador Rafael Campos y la mejor lidia de Mariano de la Viña quien con dos lances ponía en suerte al toro para que sus compañeros le colocaran los rehiletes. El armario de dos puertas de Valdefresno abrió los cajones por la izquierda y la derecha, entrando con celo, sometida aplicación y embestida noble que caló en los tendidos y en el propio matador. Bien Luque, y entregado le recetó una estocada en lo alto que mandó al desolladero a este «rabanero» de Valdefresno, un toraco venido a más a lo largo de la lidia. El Presidente Félix Feliz auxiliado por Ángel Silva ordenó que se le cortaran las dos orejas y en consecuencia quedó la puerta grande abierta para el diestro.
Abrió la corrida el maestro Finito de Córdoba, un torero con un terno original y bellamente ornado, pero que primero con el airecillo que sopló al comienzo y después en el segundo, un toro merecedor de mejor lidia y faena llamado «oloroso» con el que no acabó de entregarse ni de ponerle la muleta plana y de frente sino citando de lado y con cierta ventaja siempre, ambas tareas quedaron en un ni fú ni fá para entendernos.
Completaba la terna el torero Leandro que estuvo dos veces por los aires, manteado por su propio error, cogido de mala manera por «libertador» que lo envió dos veces con Verdines y eso que se dice que el hombre es el único animal que no tropieza dos veces en la misma piedra, al quedar descubierto y sin otra opción, pero que salió indemne y sin un rasguño, al haber sido impulsado con la pala del cuerno en lugar de con el pitón, lo que le hubiera producido un serio disgusto.
Enrabietado y animoso estuvo Leandro con ambos toros, matando muy bien al primero y recibiendo una oreja. Aunque a mí me gustó más la faena frente al pastueño, bravo, repetidor, fijo y bien presentado animal llamado «señorío» un auténtico dechado de toro. Lució al animal de largo pues iba con un galope animoso y acudiendo raudo al cite, fijo en el torero, sin un movimiento de cabeza extraño, nada. Un toro estupendo de Fuente ymbro.
Hecha la faena y con las dos orejas en el esportón quedaba lo mejor, la estocada, que para eso son «matadores de toros» o al menos eso dice su carnet profesional. Cuadra al animal pero éste empieza a temblequear y a hacer amagos de encogimiento como si tuviera símtomas de congestión, tal vez debido al ímprobo esfuerzo hecho durante toda la lidia. Leandro no logra matar y pincha por dos veces, la primera sin soltar en lo alto. Con el golpe de verduguillo manda a este «señorío» al desolladero recibiendo una ovación recogida desde los medios.
En resumidas cuentas, un tercio de plaza en tarde más septembrina que de verano vio en directo una buena corrida traída por Ricardo Gallardo a Valladolid, bien presentada, armónicamente bella y proporcionada toda ella; y excepcionales el toro castaño llamado «tramposo» corrido en tercer lugar y el bautizado como «señorío» por aquello de no hay quinto malo. Sin olvidarme tampoco del buen toro sobrero de Valdefresno que dio el mejor juego en la muleta de Daniel Luque.
Y mañana más. En el día de la patrona se anuncian toros de César Rincón de el Torreón para Paquirri, El Juli y el francés Castella.
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