Al fin se dio una corrida de toros en Valladolid. Y lo digo bien alto porque los toros de Victoriano del Río, encastados, bravos y alguno con genio y raza sirvieron para que la terna que hoy ha intervenido en el Coso del Paseo de Zorrilla haya recibido algún trofeo de mayor o menor intensidad, por su labor ante ellos y siempre según se mire y como vamos a intentar contar.
Primeramente decir que la vergonzosa actuación del palco con el tercero de la tarde al devolver al corral a un «entrenador» de 518 kilos al que nadie paró ni lidió, ni el espada titular Roca Rey a quien le correspondió el ejemplar, ni uno solo de los subalternos de su cuadrilla que dejaron cómo el toro fuera de un lado a otro, arreando a los caballos de picar, tanto al titular como al que cerraba la puerta. No puede ser que se devuelva un toro sin aparente defecto físico, por enrazado que sea y apariencia de manso a los corrales, sin poder ver si el torero era dominador de esa embestida dura, fuerte, geñuda, lo que hubiera conseguido que los aficionados vallisoletanos que quedan, cada vez menos, asistieran privilegiados para contemplar si el torero líder del escalafón era capaz de parar, templar y mandar ese ciclón de embestida que tenía «Entrenador«. Así que pañuelo verde y al corral. Y en esto que sale «carterista» corriéndose el turno de la lidia con un pitón izquierdo despitorrado y con la invalidez manifiesta. De nuevo el pañuelo verde en el palco y suelta del sobrero llamado «jilguero«, un toro que Roca Rey brindó a los hijos de Roberto Domínguez llamados Roberto y Victoria diciéndoles en el brindis: «A mí en dos años su padre me ha hecho mejorar. Vosotros toda una vida con él me imagino. Va por vosotros».
Comenzó su faena con un pase cambiado y luego instrumentó su faena con la mano derecha fundamentalmente en los medios de la plaza. Dos circulares desataron la pasión en el tendido y el desplante final antes de lograr la estocada entera le premiaron con dos orejas del jilguero, tras aviso, que para Roca fue ruiseñor de bravura y acometividad. Una oreja cortaría también en el que cerró plaza, brindándoselo a Victoria Federica, pese al bajonazo con el que pasaportó al ejemplar enviándolo al desolladero.
Diego Urdiales tuvo enfrente abriendo plaza un «bolero» que le bailó el agua por bravo y le hizo sudar tinta para dominarlo. Tras brindar a Roberto Domínguez, interpretó una faena fundamentalmente con la mano derecha, siempre en el tercio, cuando el toro hubiera puesto al torero en su sitio caso de haberlo toreado en los medios. Se atracó de toro con la estocada entera y el palco le otorgó dos orejas, una de ellas más que excesiva por lo visto y realizado por el torero riojano. Y es que el palco hoy quería empezar feliz la última de las corridas a pie de la feria 2022 ya que solo queda la de rejones de mañana.
Toreó mucho mejor y con capacidad a «vampirito» al que arrearon dos varas en el caballo. La faena muy tensa de Urdiales culminada con dos series excelentes al natural muy aplaudidas. Tras estocada entera trasera y un aviso recibió la oreja de este vampirito de Victoriano del Río.
Quien no está sembrado como en otros tiempos es Manzanares. Toreó un «manisero«, el más terciadito del encierro pero que humillaba y embestía despacio y arrastrando el morro por la arena. El torero recibió una pequeña colada por el pitón izquierdo y volvió con la mano derecha, cimentando en ella su faena. Hay un momento en que se dirige al mozo de espadas diciéndole; «la espada me la das tú» al llevársela uno de los banderilleros. Pasó dificultad para acabar con el bravo ejemplar que sería después aplaudido en el arrastre. Ante el quinto realizó una gran faena, de temple y torería, sin embargo, negado con el acero falló estrepitosamente perdiendo el premio ganado y hubo de conformarse con la ovación del respetable.
En resumen una importante y brava corrida de Victoriano del Río con toros con movilidad, ágiles y repetidores que pusieron en más de un problema a sus lidiadores al exigirles el esfuerzo mayor que ese al que están acostumbrados cuando se acomodan a una forma de presentar a los demás su arte de torear. Y hoy ha habido un toro espectacular que fue devuelto a los corrales en una decisión del palco arbitraria, fuera de lugar y manchando la dignidad de la Presidencia de la plaza vallisoletana.
FICHA DE LA CORRIDA:
Tercera corrida de la Feria de Valladolid. Tres cuartos de plaza. Sonó el himno nacional de España antes de romper el paseíllo. Sol, luz y ausencia de viento ideal para una tarde de toros.
Toros de Victoriano del Río, (El primero con el hierro de Toros de Cortés, tercero (jilguero) y sexto (empanado) como sobreros), de variadas hechuras, encastados y con movilidad. Los dos mejores, segundo y quinto. Aplaudidos en el arrastre cinco de ellos. Con fuerza y casta el lote de Urdiales. Duro el sexto (y el 3º devuelto sin causa que lo justifique).
• DIEGO URDIALES, dos orejas y oreja tras aviso
• JOSÉ MARÍA MANZANARES, oreja y ovación
• ROCA REY, dos orejas tras aviso y oreja.
FOTOS: José FERMÍN Rodríguez.
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