El Pilar, Victorino, Bañuelos, Román Sorando y La Castilleja es el repóker ganadero que ofrece la joven empresa de TAUROEMOCIÓN para la Cabeza de Castilla, la muy noble Burgos y un abanico de diestros toreros más que consagrados, plenos de esperanza, madurez y juventud. Las combinaciones de las cuatro corridas de toros y la corrida de rejones que componen el abono, así como los festejos populares que cerrarán el ciclo feriado y el festejo ecuestre y novilladas de promoción que servirán de prólogo al mismo, son más que dignas y merecedoras de atención y seguimiento.
En la rueda de prensa compareció Lorena de la Fuente, Concejala Delegada de Cultura, Sanidad, Instalaciones Deportivas y Gestión del Coliseum del Ayuntamiento de Burgos, Miguel Santamaría, Presidente del colectivo de peñas de Burgos de fajas y blusas, el director general de Tauroemoción, Alberto García, y su gerente, Nacho de la Viuda quienes destaparon el cartel con el que este año ofrecen en el Plantío burgalés una feria de calidad y esperanza.
Y como en esto del toro, para gusto se hicieron los colores, a unos les parecerá que falta la presencia de nombres de destacados diestros del escalafón, para otros ausencias prescindibles, para los de acá válidos y para los de allá criticables. Sin darnos cuenta unos y otros que los carteles están confeccionados por las empresas que buscan rentabilidad para ofrecer los mismos y cuya cotización en el mercado luego concite el balance positivo en todos los sentidos, ya que nadie aporta ayuda para paliar el contrapié económico cuando éste se produce.
Toreros de arriba, como se dice, con caché más que significativo y ganado a ley, no están siempre y en todos los sitios en igualdad de recibir emolumentos excesivamente elevados si el coso taurino no completa el aforo o presenta un lleno de respuesta positiva. Porque es muy bonito y cuesta poco, predicar con palabras y que el trigo luego lo pongan otros. Así está muchas veces la vida entre quienes hablamos de toros.
En conclusión. Burgos ha presentado una feria digna, variada, atractiva, plena de interés, con las posibilidades con que se cuenta en esos momentos. Y eso por mucho que se critique, supone la realidad mercantil, pisar con los pies en el suelo, sin volar por las nubes de la utopía, algo que han aprendido ya las empresas taurinas.
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