La noticia del fallecimiento de Francisco Cano «Canito» no por esperada como ley de vida, siempre es dolorosa y trae el recuerdo de su vida y obra en pro del engrandecimiento de la fiesta de toros.
Hoy, en el mismo lugar de la plaza de Santander en donde nos conocimos y compartimos vivencias y patatas fritas he dejado una flor y mi oración por su memoria.
Siempre me cayó simpático y amable el retratista de la visera como le llamaba y veía con él las corridas de Santander en la Semana grande y le decía que me gustaría verle en la de Valladolid. Él con su voz cascada por el tiempo pero vivencial como pocas me contestaba que no iba a Valladolid porque le gustaba más Murcia y hacía mejor tiempo.
Francisco Cano, el hombre de la foto, ha rendido de madrugada su alma a Dios a sus 103 años. Que Él le acoja en su seno. Con mi abrazo a su familia.
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