Destacar la labor de personajes que con sus medios, inteligencia y especialización hacen que la fiesta de toros transcurra por cauces normales y sosegados, en la creencia que cualquier percance puede estar en manos de estos profesionales de la cirugía y de la medicina, es algo que hace mucho más soportable el riesgo personal al que se someten voluntariamente cuantos participan en la fiesta de toros, sobre todo los diestros toreros.
Por eso es hora de hacerlo con los doctores encargados de la asistencia sanitaria en la plaza de toros de Valladolid. Los galenos Rabadán y Mateo se dirigen sosegadamente hacia su sitio en el burladero del callejón, antes de empezar la corrida. Su actitud siempre afable, acogedora, simpática y respetuosa para con quienes estamos con ellos en el mismo lugar es digna de resaltar aquí. Incluso dan su opinión de faenas de diestros que en el día anterior recibieron las mieles del éxito o el acíbar del fracaso. Lo mismo sale un subalterno que un maestro, que un picador, que un caballero rejoneador, que un mososabio, que…
Es igual. El comentario sutil, acertado, lleno de afición porque, ante todo, estos dos hombres están henchidos de afición taurina desde hace muchos años, sirviendo en la Plaza de toros de Valladolid. Y sin descartar tampoco el acudir a otra región de España a contribuir en la formación de profesionales sanitarios para que adquieran formación sobre las heridas y politraumatismos habituales en los festejos taurinos populares. Conocer bien la anestesia y el tratamiento del dolor en las enfermerías de tercera categoría y sobre todo en las enfermerías rurales, además del protocolo básico a seguir ante cualquier traumatizado taurino, es un objetivo a cumplir por cuantos trabajan en los festejos taurinos.
Rabadán y Mateo, Mateo y Rabadán, dos grandes colegas y amigos, profesionales de la medicina que están dando apoyo, soporte y tranquilidad a cuantos acuden a la plaza a participar en un festejo taurino, son ejemplo de profesionalidad, buen hacer y, sobre todo, como dije arriba, amor a la fiesta de toros.
Recuerdo en la última de sus intervenciones en Valladolid que fue con el diestro Leandro Marcos, cogido por el primero de su lote tras unos lances de capa y una pequeña distracción del torero. Entre la amargura del torero por el percance y de la cornada que le apartaba de otros encuentros y corridas inmediatos, la serenidad de Pepe Rabadán y Antonio María Mateo, yendo por delante, sin prisas pero sin pausas, hacia la habitación de la enfermería para aplacar y solventar en cierta manera el dolor del diestro cogido. Y cuando acabó todo, Antonio, solícito siempre, nos entregó el parte para conocimiento, claro, sucinto, sencillo y entendible, que su lenguaje también es el de Valladolid.
Y entre las tablas y el tercio está el alguacilillo, una figura conocida que realiza el despeje de la plaza y encabeza el paseíllo de cuantos intervienen en la lidia. Su cometido está incluido en el Reglamento taurino “previa venia al presidente, el despeje del ruedo para, a continuación, al frente de los espadas, cuadrillas, areneros, mulilleros y mozos de caballo, realizar el paseíllo; entregaran la llave de toriles al torilero, retirándose del ruedo cuando este del todo despejado”.
Otra tarea es la de recoger las llaves, de ahí el nombre de “correllaves” como se le denomina todavía en muchos pueblos y localidades, para entregárselas al torilero y está encargado de entregar los trofeos que el Presidente otorgue al diestro.
Aquí, en Valladolid José Antonio Perrote, un riosecano, viene realizando desde hace muchos años esta función. Vestido con el cuello valón, con su traje de terciopelo y sus botas, aunque esté destocado de su gorro con plumas ejerce su actividad entre las bambalinas de la plaza. Su afición por los toros le viene de largo y su entrega a la actividad ecuestre le ha llevado hasta ser presidente del club de caballistas Hermanos Peralta en la ciudad de los almirantes. Y por último, José Antonio Perrote no ha perdido el tiempo y ha enseñado a todos la función que desempeña como alguacilillo de Valladolid en alguno de los programas taurinos dentro de la sección “suertes del toreo” que emite la televisión de Castilla y León en su programa “grana y oro”. José Antonio, un aficionado más de Valladolid, buen colaborador y estupendo aficionado, se incluye como uno más dentro de la función de todos cuantos apreciamos, sentimos y vivimos la fiesta de los toros.
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