Viene al pelo la expresión tan taurina «coger el olivo«, al acceder y encaramarse en un alto cuando hay un toro bravo cerca, para evitar el daño, la cogida o el susto a fin de comentar estas fotografías sacadas en Brihuega el pasado día de San Lucas, cuando todavía hay festejos taurinos por esas tierras de Guadalajara, en la vega del río Tajuña.
Los aficionados que corren, lidian, recortan, torean y burlan al toro como pueden, a cuerpo gentil deben acogerse a seguro cuando el toro embiste, si no quieren tener un disgusto en forma de percance.
Entre la gente del toro eso de «coger el olivo» suele estar a la orden del día, evidentemente para salvaguardar la seguridad física del torero de fortuna. También en las plazas se usa esta expresión cuando un subalterno o diestro, apoyándose en la contera de la barrera, salta al callejón para evitar el achuchón del toro. En muchas ocasiones, el desaire es muy comentado por los espectadores, sobre todo si la agilidad no es la nota dominante del peón de brega y el sopapo dentro del callejón suele acarrear luego dolencias e incluso esguinces y fracturas de algún huesecillo del pie.
«Coger el olivo«, pues encinas, madroños y olivos son los árboles principales que jalonan y protegen el ecosistema de una dehesa, se decía de aquel vaquero o mayoral que debía encaramarse en una rama segura entre estas generosas y formidables plantas arbóreas y salir indemne del peligro ante el acoso del toro, pues ni en su hábitat natural hay que perder de vista al prodigio de la naturaleza que representan la fiereza de un toro bravo.
Aquí en las fotografías de Kuky y José «Carpita» captadas en el lugar con la agudeza de siempre, pueden verse unos momentos de «coger el olivo» aunque realmente lo que han cogido los personajes que salen en la imagen es el «balcón de hierro», asegurando sus personas frente al acoso del toro.
Es el juego eterno del hombre con el toro en tantos y tantos pueblos de España. Su arraigo va indefectiblemente unido con su carácter y forma de ser, difícil de erradicar por mucho esfuerzo y recursos que se ponga en el empeño. Bien haría más de uno en «coger el olivo» cuando de hablar de toros y erradicarlos del pueblo y prohibirlos se trata, pues baldío será su objetivo e inútil su interés.
Fotos: Kuky y José «Carpita»
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