Con excelente tiempo y una animación apacible en el coso del paseo de Zorrilla, el clarín rasgó el aire para señalar a todos que la feria taurina de Nuestra Señora de San Lorenzo daba comienzo a las seis en punto de la tarde. En el portón de cuadrillas esta vez tres rejoneadores de clase contrastada y sabiduría en el dominio de un caballo ante un toro bravo hicieron pasar al respetable una buena tarde de apertura de feria. Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena cortaron pelo e hiceron alarde de dominio en las monturas con las que lidiaron seis toros de Luis Terrón, encastados y colaboradores pero algo escasos de fuerza.
Calor sofocante especialmente en el tendido de sol, abanicos de papel cartón, sombreros y gorrillas de colores componían una abigarrada multitud que completó las tres partes de la plaza y que intentó animar y animarse con los caballeros rejoneadores, los cuales completaron seis buenas faenas variadas y amables, sin desdeñar algún momento de tensión como cuando Pablo Hermoso en el quinto de la tarde sufrió un arreón en la puerta de toriles que a punto estuvo de derribarle del caballo y causarle un percance más serio. Pablo intentó un quiebro sin sitio y en terreno inverosímil logrando que su jaca recibiera el furioso topetazo del morlaco entre el ¡ay! de los espectadores.
Estuvo bien Bohórquez en el que abría plaza y que brindó al público, pero el fallo con el rejón de muerte le privó de la oreja que tenía ganada. Sería en el cuarto donde recibió la merecida oreja, pese a propinar a la res un rejón de muerte algo caído.
El triunfador de la tarde ha sido, al menos por número de trofeos, Andy Cartagena, que cortó tres orejas y mayor hubiera sido el premio de haber acertado con el rejón de muerte en el sexto. Dos actuaciones vibrantes, explosivas, llenas de plasticidad y valor, especialmente en el tercero bis, que han conectado mucho con los tendidos y con pares espectaculares de banderillas, acertado en los quiebros y a la hora de clavar le valieron ser el triunfador de la tarde.
Del estellés Hermoso de Mendoza su acierto en la lidia, sosegado, dominando los terrenos en todo momento, con una cuadra de caballos espectacular cuyos nombres eran anunciados por cartelones colocados en la puerta de cuadrillas con un muy buen criterio para servir de información al público.
Mendoza está por encima del bien y del mal en esto del rejoneo y eso le pudo en su confianza y poderío, desdeñando la embestida del quinto de la tarde que le propinó un tarantatán a su caballo al intentar un quiebro en la puerta de toriles que hizo gritar al público de angustia por lo aparatoso del contacto. Cortó una oreja en cada uno de los de su lote lo que le valió la salida a hombros por la puerta grande acompañado de Andy Cartagena entre las ovaciones del respetable.
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