Comenzó la XXI Semana Cultural taurina en el salón de actos de Caja España, Caja Duero de Valladolid con la primera de las mesas programadas para analizar el estado actual de las ganaderías bravas, así como los encastes tradicionales. Moderada la mesa por el crítico taurino Julián Agulla, la misma contó con la vehemencia, claridad y orden expositivo del ganadero Carlos Aragón Cancela. En la misma mesa intervinieron Jorge Manrique, gerente de la plaza vallisoletana y Raúl Alonso, actualmente Director de la Escuela taurina de Rioseco. Abrió las jornadas el Presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien en su discurso fijó la atención en el recurso económico tan importante que supone la fiesta de toros tanto en Valladolid, como en Castilla y León. Destacó el valor económico de la fiesta brava y la necesidad de su existencia para que cada cual elija si asiste a ella o no, pero sin prohibición ni impedimento alguno.
El recientemente reeelegido Presidente de la Federación Justo Berrocal desgranó su discurso en un emotivo recorrido a través del espíritu del malogrado Víctor Barrio y de todos cuantos toreros han caído ejerciendo esta bellísima y heroica profesión. Un recorrido ideal en el que aparecieron las grandes figuras de la Tauromaquia de ayer y de hoy.
Carlos Aragón Cancela y el propio moderador mostraron su deseo para evitar la tablilla anunciadora que en muchas plazas ocasiona ya protesta entre el público. Cancela valoró la importancia del encaste «Santa Coloma» como un animal bravo y acometedor.
Los dos matadores, Manrique y Raúl Alonso, destacaron que ellos en sus actuaciones tuvieron que enfrentarse a novillos y toros de cualquier ganadería. Aprovechó Jorge Manrique para destacar la labor de la ganadería vallisoletana «Raso de Portillo» que lidiará tres novilladas en tierras francesas con una aceptación, valor y reconocimiento que no le dan en España. Ambos diestros ahondaron en la preparación de los toreros para afrontar todos y cada uno de sus compromisos y Alonso además dejó clara su impronta para que los novilleros de la escuela de Rioseco valoren y comprendan la grandeza de la fiesta y la entrega dedicada que se precisa.
Terminando el acto se dio la palabra al público asistente. Una de las personas intervinientes se quejó amargamente de la situación que dicen los políticos con la palabra que apoyan los toros, pero con los hechos no, y los rechazan poniendo el ejemplo del Toro de la Vega de Tordesillas y la decisión de eliminarlo por la Junta de Catilla y León o el cierre del Museo del Toro de Valladolid. Además de no cortar las manifestaciones antitaurinas en las puertas de las plazas.
REPORTAJE GRÁFICO: José SALVADOR
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