Las decisiones de algunas administraciones locales, provinciales, regionales e incluso nacionales están poniendo sobre la mesa una incoherencia absurda, contraria a los intereses de muchas personas que esperan y tienen por sentado aquel axioma que «el político vela por ti y te representa«. A la vista de tantos y tantos acontecimientos como se dan cada día, esto no puede tener buen final porque pensábamos que solo al que asó la manteca se le ocurriría entrar en tamaña desfachatez.
Dicen por otro lado que la ignorancia es el mayor de los atrevimientos para poner no ya la osadía para afrontar los problemas que sería una virtud, sino la más absoluta necedad e inutilidad de las personas que tienen en sus manos la posibilidad temporal de dirigir las actividades de los demás.
El caos es casi total. No se perciben mejoras, no se ven realidades que puedan demostrar no solo la buena fe, sino el criterio y la causa por la que se adoptan decisiones de unas formas de vida y pensamiento frente a otras. Vamos a ver con algunos ejemplos las decisiones arbitrarias de quienes deberían cumplir la ley como tantas veces se les llena a algunos la boca, instando a los demás a cumplir las suyas, normalmente las del embudo. Algunas de las últimas.
1.-El Ayuntamiento de Valladolid cierra definitivamente el Museo del toro, por aquello de la rentabilidad y de las visitas que contemplaban su contenido. Han cambiado hasta los bombines de las puertas no vaya a ser que a más de uno se le ocurriera dedicarse al saqueo de bienes ajenos. Siento mucho la decisión de estos políticos que desgobiernan las cosas al hacerse efectivo el cierre del Museo del Toro vallisoletano. Ha sido un placer colaborar con ese sitio tan significativo para la historia taurina de Valladolid, arrojada a las aguas del Pisuerga por unos políticos oportunistas y llenos de odio a lo taurino.
2.- La Saca de las Yeguas, una tradición que data de 1504, momento en el que fue regulada por una ordenanza del Duque de Medina Sidonia, ha quedado rota por una ordenanza promulgada por el Ayuntamiento de Hinojos, Los ganaderos almonteños han decidido no celebrar el acontecimiento correspondiente a la edición de 2016 tras meses de pugna por los perjuicios ocasionados por una ordenanza que no sólo disminuye el número de cabezas de ganado que pastan en la finca propiedad del Ayuntamiento de Hinojos, sino que además incrementa el precio de los pastos para los criadores que no pertenezcan al municipio hinojero. El presidente de la asociación reconoce sentir «pena porque se rompa una tradición de siglos de historia».
3.-El Ayuntamiento de Santander retira la subvención de 100.000 euros a la feria taurina de Santiago. La pregunta de toda persona razonable es ¿Pero si son legales las actividades culturales y entre ellas las taurinas, por qué no van a recibir el mismo trato que las demás?. Es paradójico que un motor que funciona, como es el turístico taurino, se vea paralizado por decisiones políticas aprovechadas y se le pongan palos en las ruedas de sus recursos.
4.-La Junta de Castilla y León hace público un decreto prohibiendo se dé muerte al Toro de la Vega. Y las explicaciones del Consejero diciendo que nunca ha negociado con el Pacma la adopción de esta medida y añade que se trata de salvar el torneo de su desaparición y que no han tenido presiones para aprobarlo. Hay que ser hipócritas para decir cosas como las que se están diciendo estos días al respecto de la acción gubernativa que, no se olvide, ha conculcado el derecho consuetudinario de una población mantenido durante más de 600 años.
5.-El Parlamento de Portugal rechaza la propuesta de prohibir la entrada de menores a los espectáculos taurinos. Una gran mayoría del parlamento portugués (80,9%) rechazó las tres mociones que el Bloco de Esquerda (BE), Partido Ecologista “Os Verdes” (PEV) y el Partido de los Animales y la Naturaleza (PAN) para limitar el acceso a festejos taurinos a mayores de 18 de años, tratando de impedir los derechos y libertades de los menores portugueses. Portugal derrota por una vez a la intolerancia, los prejuicios y la discriminación a que someten los antitaurinos animalistas al resto de la sociedad.
Y muchas más que vendrán no tardando.
Las decisiones de quienes mandan en los boletines oficiales y obligan injustamente a los demás en un trágala inconcebible que aún no ha sido contestado como debiera por las entidades taurinas, toreros de prestigio salvo honrosas excepciones, agrupaciones ganaderas de tiempo y solera ni empresariales harán también mella en ellas, rompiéndolas y enterrándolas en vida muy posiblemente para mucho tiempo. Tal vez para siempre.
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