Cuatro toreros han dado muestra de su destreza como diestros en este mes de julio que ya da las boqueadas finales para abrir agosto, el mes en otro tiempo taurino por excelencia. Y lo han hecho en diversos ruedos tan distintos como Santander, Jerez o Mont de Marsan. Ellos son el póquer de una baraja que en estos momentos despiertan y concitan la atención, engrandecen y promocionan sin duda alguna con su entrega la fiesta de toros.
Es cierto que hay muchos más. Sin duda. Pero los destacados, al menos para mí que los he visto, y por eso lo digo, han sido De Justo y Ginés Marín con los de Torrealta en Santander; Ferrera con los de Adolfo Martín en la Francia libre y Morante de la Puebla en Jerez con un Juan Pedro Domecq.
Son cuatro palomas que vuelan y tornan, como en el poema de Lorca, pero que no llevan heridas en las cuatro sombras. Han destacado por su quehacer arrojado y sincero; superando la dificultad y logrando el triunfo y el éxito que tanto han pretendido.
Estos cuatro diestros toreros han sellado una carta de presentación para todos cuando se dedican a la más bella profesión vocacional del mundo: Ser toreros. Ellos casi no necesitan carta de recomendación, pues saben que cada día es distinto, cada vez es empezar de nuevo, cada corrida volver a sentir, domeñar un animal bravo con un giro de pies, una muñeca de cristal y una estética confiada de temple y mando.
Echa el cierre Julio y abre la persiana agosto, el mes del toro, del torero y de la fiesta. Ojalá muchos más entren en esa baraja por sus méritos, su disposición y su entrega. Y luego, que venga Madrid.
Fotos: ARJONA; JOKIN NIÑO; EVA MORALES
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