Damián Castaño ha recibido hoy en la plaza del Bibio en Gijón la alternativa de manos de su hermano Javier, otro torero de raza, esforzado, valiente y de los de pedernal duro. Otro torero más que entra en el escalafón, como se dice en el argot, amplia lista y relación de diestros toreros que fueron doctorados y recibieron los trastos y los abrazos en una ceremonia siempre muy emotiva, sincera y llena de liturgia taurina.
Para la ocasión Damián lidió a «Buzonero», ejemplar negro meano del Conde de Mayalde, con 524 kilos de romana y nacido en octubre de 2007, cedido por su propio hermano Javier en presencia de Matías Tejela como testigo.
En estos momentos en que las noticias vuelan y, esté donde esté cualquiera puede seguir la evolución de ciertos acontecimientos como en este caso la alternativa de Damián Castaño, leonés, nacido un 17 de diciembre de 1990, ya es un hecho real y triunfal la noticia, al haber además desorejado por partida doble al ejemplar de la ceremonia.
En su época como novillero lo hemos visto en varias plazas, lidiando con casta y valerosa entrega siempre. Especialmente grato recuerdo dejó en nuestra retina aquella tarde pasada en Pedrajas de San Esteban con la salida por la puerta grande, tras haber mostrado sus ganas de querer ser torero. Seguidor de su hermano Javier, torero cuajado y hecho, pudimos verlo sentado en el graderío de Íscar la tarde de los Cebada Gago.
Al frente de un equipo de hombres, Damián Castaño sabe y conoce la extremada dificultad de ser torero. pero su esperanza, su arrojo y sus ganas han sido más fuertes y contagiadas a cuantos tiene a su alrededor, testigos presenciales de su decisión, de su paso del Rubicón como matador de toros: José Ignacio Cascón y Manuel Vázquez; David Adalid; Marco Galán; Javier Rodríguez; Fernando Sánchez y su mozo de espadas Sergio Castaño. Todos ellos están con él en estos momentos precisos de contar el instante en que Damián recibe los trebejos, el abrazo sentido de su hermano y el apretón de manos de Matías Tejela en la plaza de Gijón.
Esta programación muy acertada por la empresa Circuitos taurinos que dirige Carlos Zúñiga, un lince conocedor de entresijos taurinos y sabedor de pasos toreros y momentos de inquietudes, es uno de los alicientes verdaderos de la feria de Gijón, al menos para un hombre, para una familia y para unos amigos que un día le vieron empezar este recorrido arduo y difícil en la bonita localidad zamorana de Fuentelapeña .
Por eso, bienvenido a la torería, ¡maestro!.
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