Tanto Álvaro Martín en la primera jornada como Darío Domínguez, el vallisoletano de la Villa de Íscar en la segunda, han sido los dos novilleros que abrieron la puerta grande de Ávila. Uno en la jornada del pasado viernes y el iscariense en la de ayer. Cortaron dos orejas tras una meritoria faena corroborada con estocada entera, en el sitio. Además en el turno de quites intervino con mucho acierto en el de su compañero Adrián Salenc.
La proyección de Darío Domínguez que dentro de unas fechas se presentará ante sus paisanos en las fiestas de Íscar va alcanzando mérito y suficiencia, a medida que transcurre el tiempo. Cada vez se le ve más asentado, seguro y lleno de ganas por lograr triunfos ante la cara de los novillos.
De entre el amplio abanico de novilleros sin caballos vienen arreando un grupo de muchachos que dan la medida de su valía y que, a poco que les sonría la suerte, entrarán en el grupo selecto de novilleros, el vivero que tiene que sustituir a las actuales grandes figuras en no mucho tiempo.
Nos alegra el éxito obtenido por Darío Domínguez en el coso de «la Muralla» y al esfuerzo y trabajo puesto encima de la mesa para programar un serial de novilladas sin caballos en Ávila, tal y como ha hecho la empresa «Por naturales«.
En la fotografía un momento de la tarde noche de ayer ante el ejemplar al que desorejó el torero iscariense.
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