El matador de toros David Luguillano pasará al quirófano para ser sometido a una nueva operación quirúrgica después de llevar un año arrastrando la lesión en las articulaciones del hombro derecho. Luguillano que ya fue intervenido de su dolencia hace un par de años y que repareció en Zamora, en el festival a beneficio de alcohólicos anónimos, sufriendo un nuevo percance, tenía muchas ilusiones en su reaparición en los ruedos, especialmente en la corrida de San Pedro Regalado de Valladolid de este año, que hubo de ser suspendida por las negativas condiciones climatológicas de lluvia y viento.
“He tirado esta temporada hacia adelante gracias a las infiltraciones, pero ya era imposible estirarlo y cuando no hay otra opción, lo mejor es operar”, ha dicho Luguillano que será intervenido en Madrid por el doctor Palacios en la Clínica de La Zarzuela.
“La lesión es molesta porque aplasta los tendones del hombro y prácticamente no lo puedo levantar, ni coger la muleta con la mano derecha y entrar a matar”, por lo que la decisión era apremiante e ineludible si quería continuar en los festejos taurinos.
Una vez intervenido, tendrá que estar un mes con el hombro inmovilizado, y comenzar la rehabilitación. “En principio se cuentan con unos plazos de entre dos y tres meses para tener el hombro a punto, pero espero acortarlo».
David Castro Luguillano, el torero que hay en la actualidad de la saga en la que tanto su padre Clemente, como su tío Santiago o su hermano Jorge dedicaron su vida, tiene puesta la esperanza en los buenos oficios del equipo de galenos dirigido por José Palacios, que lo va a intervenir para que pronto podamos seguir gustando el toreo artista de este personaje entrañablemente querido por los vallisoletanos.
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