El diestro vallisoletano David Castro González, «David Luguillano» en los carteles, ha sido reconocido en la edición de este año de los premios «Palacio del Mar» a la Feria de Santander por su trayectoria profesional de la que se han cumplido ya treinta años desde su alternativa en Valladolid un día de San Pedro Regalado del año 1990 de manos de Ortega Cano y Roberto Domínguez como testigo. La confirmación sería en Madrid al año siguiente en la feria de otoño con toros de Sepúlveda , acartelado junto a José María Manzanares y César Rincón.
David es un hombre que sigue derramando la sal de su toreo agitanado y bello en su madurez por esos pueblos de Dios en festivales y convocatorias de corto, matando el gusanillo de su forma genuina y característica de entender el toreo, crujido de huesos y acople sincero ante la embestida de un toro bravo. A lo largo de los treinta años de profesión han sido numerosos los momentos en los que le hemos visto sacar el duende gitano y superar el miedo, respeto y gracia ante el empuje de un toro.
Ahora la Feria del Norte, la de Santander que propicia y da el mecenazgo a esa singular y popular Feria Santanderina, dirigida por Constantino Álvarez, han hecho públicos sus premios de la edición actual y se han acordado de la trayectoria torera del diestro vallisoletano para reconocerla, ensalzarla y aplaudirla.
David, de la familia de los Luguillano, hijo de Clemente, sobrino de Santiago y hermano de Jorge, recogerá el premio que le tributa la afición de Santander con el orgullo y la alegría de pertenecer a una dinastía vallisoletana de toreros que ha marcado una época en el acontecer torero de esta tierra.
Fotos: José FERMÍN Rodríguez
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