Medinaceli ha tenido que esperar dos largos años, pero anoche la villa recuperó una tradición ancestral: el Toro Jubilo, una expresión de la fiesta del toro singular y la única de este tipo en Castilla y León. Los ocelitanos disfrutaron del reencuentro con sus raíces y compartieron un momento único con visitantes llegados de otros rincones de la provincia.
Después del parón obligado por la pandemia, el de 2021 ha sido un Toro Jubilo más extenso de lo habitual. El fuego de la gamella ha tardado prácticamente una hora en consumirse, lo que ha permitido a los participantes lucirse con recortes y saltos. También hay que destacar la incorporación de jóvenes al evento. Esto garantiza el relevo generacional y la supervivencia del rito.
Aunque, para evitar aglomeraciones, el Ayuntamiento que preside Felipe Utrilla decidió no celebrar la verbena posterior al festejo taurino.
El Toro Jubilo se ha despedido con fuegos artificiales y una llamativa traca. El broche que obliga a esperar 12 meses, esta vez sí, para volver a apagar la Plaza Mayor y encender el fuego en Medinaceli.
Un rito taurino que ha vuelto con toda su grandeza y seguimiento.
Fotos: SORIA Noticias/ María Ferrer
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