Tras una temporada recorriendo pueblos y ciudades viendo festejos taurinos para luego contarlos al lector y recogiendo en una cámara los mejores instantes, fugaces sí, pero permanentes para siempre gracias al ojo mecánico del formidable invento de Daguerre, queremos mostrar en esta amplia serie de «detalles taurinos» el momento inolvidable, el recuerdo, a todos aquellos que son y están en los entresijos de una corrida de toros.
A tal fin, he espigado algunos de los retratos hechos por mi amigo José Fermín Rodríguez, el medinense campechano y señorial, un hombre que ama la profesión y que con su cámara al hombro hace llegar a todos sus mejores fotos. A él se deben estos instantes fugaces que también se recogen en los días de corrida. Fermín me ha acompañado en muchos de los festejos por esas plazas de Dios, compartiendo ferias, armado con su cámara de amplio objetivo tal y como otros muchos buenos colaboradores, y en la sensibilidad gráfica de aprehender el momento del diestro, de la gente, del animal o del ruedo, me ha entregado esta formidable colección de momentos para mostrarlos a todos, en su mirada y recuerdo que revive al contemplar una vez más el fotograma.
De esta manera, el equipo está conformado: Uno con la palabra, otro con la fotografía. Y si una imagen vale más que mil palabras, en los toros la evidencia es mayor. Pero contar lo sucedido con objetividad, engrandeciendo siempre la fiesta y fomentando el esfuerzo de quienes la hacen posible, es nuestra mejor tarea y función.
Con este pequeño reportaje quiero traer aquí a estas líneas el agradecimiento sincero por su colaboración a José Fermín Rodríguez, y mostrar sus adquisiciones de aquellos instantes etéreos que ya se han ido para siempre pero que reviven gracias a la instantánea gráfica.
He querido también que estos detalles queden, negro sobre blanco, escritos con una palabra de agradecimiento. Tan sólo eso es lo que, personalmente y por ahora, puedo darle a mi amigo Fermín a quien conocí una mañana, vísperas de San Antonio, cuando en Medina del Campo se celebraba la feria de espectáculos taurinos tradicionales y se ofreció para colaborar con la Federación taurina de Valladolid en la página cibernética que estaba echando a andar por aquellos días.
Ahora este medio de comunicación, plural y abierto, lleno de gratitud y de trabajo sincero por la tauromaquia, su difusión y su fomento, acoge mis palabras y sus retratos. Cuando los clarines han silenciado su anuncio y los cerrojos de las plazas españolas han sido corridos, aquí está, descorrido, el nuestro. ¡Sea así y que lo disfruten!.
(Fotos de Detalles en la sección de fotografías)
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