Un tercio del aforo de la plaza de Cuéllar ha sido cubierto para la extraordinaria corrida de San Miguel, lidiándose seis ejemplares de Cebada Gago, dos de los cuales fueron extraordinarios y posibilitaron que los diestros que se enfrentaron a ellos salieran por la puerta grande de la plaza merecidamente. Tanto Octavio Chacón, sustituto de Fonseca, como Juan de Castilla, el colombiado que entró en el cartel por Román, remendándose una corrida que abrió el rejoneador Oscar Borjas, salieron merecidamente a hombros del coso de Cuéllar, tras cortar dos orejas el primero y tres el segundo en un alarde de decisión, valor, entrega y buen toreo.
Los toros de Cebada Gago, bien presentados, alguno de ellos con trapío para plaza de primera categoría, tuvieron una lidia mejorable por parte de las cuadrillas a las que se notaba en el ambiente la responsabilidad por lidiar estos toros de hechuras más que importantes. En todo caso, la suerte de varas casi se pasó por encima, y menos mal que el Presidente de la corrida, Chema Costales, ordenó poner por segunda vez al toro en el caballo, que correspondía a Jorge Isiegas.
Sería con «agil», un cinqueño marcado con el número 82, un bravo y espectacular toro al que Chacón hizo amago de indultar, a poco que el público, escaso en la plaza esta tarde, hubiera exigido el perdón del bravo animal. Pero se vio que Cuéllar todavía mantiene la afición por encima de caprichos y exigencias de modernidades. Bien estuvo el premio del pañuelo azul.
ficha de la corrida.
Cuéllar. 1/3 de entrada.
Un toro de Valdemoro para rejones, bravo. y Seis de Cebada Gago, dos de ellos extraordinarios, el cuarto de lidia ordinaria premiado con el pañuelo azul, para
El rejoneador Óscar Borjas: Silencio
Octavio Chacón, que sustituía a Román, silencio y dos orejas.
Juan de Castilla, que sustituía a Isaac Fonseca, oreja y dos orejas.
Jorge Isiegas, silencio tras aviso y pitos tras dos avisos.
Y DIEGO GARCÍA TOMÓ LA ALTERNATIVA COMO TORERO
Y lo hizo saliendo además por la puerta grande junto a su padrino Miguel Ángel Perera, de la plaza de las Rozas madrileña tras cortar una oreja a cada uno de sus enemigos con fuerte petición de la segunda.
La alternativa estuvo apadrinada por Perera y Paco Ureña como testigo. Se han lidiado toros de Cuvillo que dieron buen juego.
Deja una respuesta