Cenicientos, la localidad madrileña eje y centro del llamado Valle del terror en la denominación de cuantos siguen las expectativas y el desarrollo de los festejos por aquellos lares, motejada así con razón al poner por encima de cualquier otro interés el del toro con su variado fenotipo, cuajado, hondo, con arboladura y despertador del miedo, Cenicientos, digo, programa como espectáculo torista y torero para este año un duelo ganadero entre dos explotaciones agropecuarias de bravo de singular importancia en estos momentos. Por un lado la ganadería de José Escolar con sus toros albaserrada, cada vez más apreciados por el público. Él cría un toro para el aficionado, un toro encastado, duro, difícil, un toro para nada comercial… “No busco lo bello, busco la verdad. Si lo bello viene, que venga…”. Por otro, Fernando García Rodríguez, el ganadero de los «lisardos» de Adelaida con sus toros altos de agujas, con gran desarrollo del tercio anterior, dándose los tipos aleonados, ensillados, zanquilargos, badanudos, de gran papada, el morrillo poco desarrollado y buena encornadura con característicos veletos.
Ambos ganaderos protagonizan un desafío que a buen seguro atraerá la atención a los aficionados que aún quedan por estos y aquellos lares donde se da al toro la importancia que tuvo y nunca debió perder, sobre todo ahora en una fiesta vilipendiada, atacada y desprestigiada como nunca antes había sucedido.
Mucho esfuerzo y trabajo el que están desarrollando en Cenicientos los gerentes de la plaza, Raúl Montero y Ángel Guzmán, para colocar de nuevo en la cresta de la ola y del toro bravo a esa localidad conocida suficientemente y vinculada en su historia a tierras toledanas. Especialmente gracias a Miguel Ángel Mocholi, el periodista de Telemadrid, quien además de ser hijo adoptivo del pueblo ha sido uno de los artífices y difusores de la feria taurina de esa localidad madrileña, entre tierras de Ávila y Toledo.
Ahora llega a Cenicientos un desafío ganadero de alto interés, además de otros festejos taurinos que abarcan varios días en el calendario, del 14 al 17 de agosto, como una corrida de Peñajara y otra de Moreno Silva, además de una novillada de promoción.
Bien merece la pena conocer esta hermosa localidad madrileña y disfrutar de los toros en su más alta expresión. Porque en Cenicientos, el culto al toro es primordial en su programa y esta vez tienen mucho que ver los que anhelan la emoción y la grandeza del riesgo. Escolar y Adelaida, albaserradas, lisardos, casi nada al aparato. ¡suerte a todos!.
Deja una respuesta