«Tras 50 años de Cirujano taurino en la Plaza de Valladolid, desde 1971 como Cirujano Ayudante del Dr. Angel Palencia y tras su retirada en 1984 como Jefe del Equipo ha llegado la hora de dar paso a jóvenes cirujanos ya rodados en este apasionante cometido.
Por ello y dando gracias a Dios por habérmelo permitido, esta feria de Setiembre de 2021 será para mi la última como Jefe del Equipo.
Agradezco a la Propiedad de la Plaza, a las diversas Empresas que la han gestionado, a los periodistas, veterinarios, policía y a los miembros del Equipo, ausentes y presentes, su ayuda y colaboración para hacer de nuestra Enfermeria y nuestro Equipo, uno de los mas respetados y considerados dentro del panorama nacional.
Espero daros un abrazo a todos a lo largo de los festejos de estos días.
Para todos os ofrezco mi amistad perdurable y mi afecto. Muchas gracias y un fuerte abrazo. Antonio M. Mateo».
Estas son las palabras de despedida en su función como cirujano jefe en la plaza de toros de Valladolid de Antonio María Mateo que se corta la coleta como tal al haber cumplido ya una edad más que provecta. Y aunque las personas, todas, nos hacemos viejos cada día, la singularidad de este hombre que ha perdido a dos de sus compañeros de siempre, Zósimo de Gregorio y José Rabadán, el recordado Pepe Rabadán, compañero inseparable de fatigas y enfermería de la plaza vallisoletana, radica su singularidad, como digo, en el trabajo desempeñado siempre con afición, esfuerzo, dedicación y profesionalidad a la fiesta de toros.
Antonio Mateo, como todos le conocemos entra en su última feria como cirujano jefe de la Plaza de Valladolid. El fonendo, el bisturí y sus manos que han restañado tantas heridas de los toreros producidas por las astas de un toro se guardan en el armario del recuerdo, pero siempre nos quedará su bonhomía y su amistad. Gracias por todo y por tanto, doctor Mateo.
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