André Viard es un hombre reconocido y apreciado especialmente en Tordesillas no solo por su impagable aportación a la Tauromaquia, su estudio antropológico e histórico, sino también por su compromiso con la causa del Toro de la Vega al que ha defendido sin tapujos y con claridad de ideas.
Edita sus tierras taurinas, esa revista compendio cultural de primer orden, donde se escribe negro sobre blanco con fotografías magníficas y mejores textos y en la que se superponen elencos toreros, ganaderos y taurinos de todo el mundo.
Viard ha estado en Arles en la feria de Pascua ofreciendo sus imágenes de cuanto en su coso aconteció y que pueden ser contempladas por cuantos deseen hacerlo.
Pero el motivo de traer al personaje, torero francés, amante de los toros, de la Tauromaquia y de cuanto arrastra en la idiosincrasia de los pueblos es para mostrar una vasija de tiempos del ayer, un plato en la que aparece un hombre con lanza a la caza de un toro y de un león, como efigie del lancero de Tordesillas mantenido en la realidad y en su existencia hasta que un Decreto inicuo de las Cortes castellanas y leonesas acabaron con el resquicio que mantenía la Villa de Tordesillas desde tiempos inmemoriales, dando fin por ese afán buenista que corroe mentes y actitudes cuando hablamos de lidia de toros, de caza de toros, de luchas con toros, de toros en una palabra.
La Tauromaquia es alegría, es vida, es arte; y es libertad, lo primero que significa. Además, tiene hondas raíces en la Historia de España como aquí se aprecia en la vasija de Arles y se demuestra hoy en la imagen de la vega en Tordesillas.
Deja una respuesta