El rejoneador luso Antonio D’Almeida al que hemos visto torear a caballo en varias ocasiones la pasada temporada ha sellado su representación de apoderamiento con el maestro Jorge Manrique, quien dirigirá la carrera profesional del cavaleiro.
Antonio D’Almeida, joven jinete, aunque ya con dilatada experiencia de actuaciones en los ruedos, completando ternas de los mejores rejoneadores del escalafón, tiene un estilo propio que lo hacen ser un rejoneador de futuro, con una cuadra amplia, doma excelente y, sobre todo, ánimo y ganas de triunfo.
Por su parte Jorge Manrique, el torero riosecano ha declarado esperar a que juntos consigan las metas que ambas partes se han propuesto. En estos momentos Manrique dirige la carrera profesional del novillero con caballos Pablo Santana, habiendo conseguido que el torero de Alaejos, como le conocemos por la cercania a nuestra propia vida, haya sido uno de los diestros con mejor proyección, futuro y evolución en su torería más destacados de la temporada pasada.
En estos momentos Antonio D’Almeida, un hombre cuya pasión son los caballos y que tiene por Tordesillas su centro de operaciones donde los doma, ejercita y cuida con celo y profesionalidad, sigue sus momentos de preparación, se esfuerza cada día y hace de su vida en el rejoneo la única meta a destacar. Es un hombre de campo al que no importa entrenar horas y horas con sus cabalgaduras para endurecer la rabadilla, como vulgarmente se dice, para ser un centauro unido a sus caballos y saber ejercitar luego las suertes del rejoneo con arte, belleza, propiedad y estímulo.
Jorge Manrique, a quien vemos con ganas en su nueva empresa de apoderamiento, sigue dentro del mundo del toro. Además se encuentra físicamente como un junco, fibroso y atlético, entrenado todos los días, llevando a sus pupilos la preparación física imprescindible para dedicarse al toreo en cualquiera de sus facetas. No me extrañaría que cualquier día nos sorprendiera vistiéndose de luces, ahora que la madurez ya tiene asiento en su vida. Y si no, recuérdese su actuación soberbia y entregada en el pasado festival taurino de Medina de Rioseco, a beneficio de los enfermos de cáncer, allá cuando san Juan quiere bajar el dedo para que empiecen los calores del verano.
Antonio D’ Almeida y Jorge Manrique han encontrado la unión de sus caminos por una buena causa, la del toreo a caballo. Que tengan los dos mucha suerte.
Fotos: José Salvador y José Fermín Rodríguez
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