Los novilleros con caballos previo paso para recibir el doctorado en Tauromaquia en forma de alternativa siguen en la brecha de ferias y festejos que se ponen en marcha en esta época veraniega. Ya se sabe que los toros con sol y moscas y la luz brillante para que las lentejuelas de los trajes de luces refuljan en sus brillos de colores.
Un abanico de muchachos que están de acá para allá, protagonizando las intervenciones tiene en cabeza a un chaval, alto, espigado y tranquilo de San Sebastián de los Reyes y no es otro que Diego García. Entre el grupo selecto de cuantos han intervenido en más festejos con el número de trofeos obtenidos, Diego establece la cúspide del escalafón al que tantas veces se hace referencia pero que aún no se ha constituido con la vitola de oficial, regentado por el órgano institucional que regula la actividad taurina.
Ya se sabe que los portales taurinos, los medios, los diversos gabinetes de prensa y comunicación disponen de un escalafón de toreros, novilleros y rejoneadores con el número de actuaciones y resultado de las mismas.
El que encabeza Diego García ahora al empezar agosto es este escalafón:
No extraña pues que las contrataciones se disparen a quienes ocupan los primeros lugares del llamado escalafón aunque paradójicamente no exista uno oficial que denote cuanto se dice. Es como todo. El público y las mercantiles sobre todo llaman a quien les da garantías de triunfo y éxito y olvida a otros que no pueden entrar debido no a su calidad en cuanto a torería, valor y arrojo se refiere, sino porque no disponen de un mirlo inversor que les introduzca en el circuito.
Diego García ayer se anunció en Perales de Tajuña con una de Escolar y no hace tantos días lo hizo frente a una Miurada que lidiará en Calasparra. Por tanto, reses de los más variados encastes, para sentir y comprobar la diferencia del juego de un toro con sangres de diferentes orígenes. Eso es más que ilustrativo para colocarse una persona en el sitio en que quiere estar. Ya solo queda el Valle del Terror y completar la formación antes de tomar la alternativa como matador de toros.
Diego García no hace ascos ni a toros ni a compañeros. Él sigue su línea ascendente en la vocación y alcanzará su meta porque el esfuerzo, el trabajo y la dedicación para la fiesta es su único objetivo.
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