Bien se podría decir aquí que no sólo de toros viven los aficionados, sino también de otos bocados apetitosos que salen de la madre naturaleza. Tal es el caso del mesón Casa Pedro en Herrera de Duero, donde sus dueños Pedro Muñoz y Paula Sanz siempre afables y emprendedores, y sus hijos preparan con gusto y temple las jornadas del lechazo asado en horno de leña.
Herrera de Duero, una pequeña localidad al abrigo del corazón de Tudela, en los mismos aledaños del Raso Portillo, cuna de la ganadería brava de estas tierras de Valladolid, abre todos los años unas jornadas gastronómicas y ofrece a sus gentes la delicadeza de su buen hacer, la sutileza y la amistad para con sus clientes y amigos. En esta edición que alcanza ya los dieciocho años, la mayoría de edad, la cocina tradicional sigue abriendo un panorama de calidad, de buen sabor y mejor saber para satisfacción de clientes y amigos.
Las jornadas de este año abarcan desde el día 31 de enero hasta el 10 de febrero y como en esta casa entienden la gastronomía como un arte, tal cual es el toreo, la afición y la pasión se unen en torno a una mesa para seguir hablando de toros. Bienvenidas sean estas jornadas y mucha suerte a sus mentores.
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