El Colegio Universitario de Zamora acogió al torero de Salamanca Alejandro Marcos en una charla conferencia con motivo de las VII Jornadas taurinas que pone en marcha y organiza la denominada “Afición de Zamora” como cierre de su convocatoria cultural.
Pensando ya en la temporada que empieza este año de 2020, Alejandro Marcos mostró a los aficionados su esperanza y la alegría ante el devenir de su complicada, dura, difícil, pero hermosa profesión. Hoy día en que se busca el triunfo enseguida, sin esperas, ansiando llegue el éxito, la fama y el dinero tanto en el mundo deportivo, como en el taurino, como en el político, como en tantos órdenes de la vida. La inmediatez de la cosecha, y que esta sea óptima e inmejorable para los interesados.
Ya dicen también que la ocasión la pintan calva y que cada uno intenta agarrarse a su cabellera trasera cuando todos saben que es calva.
Solo el esfuerzo de cada día, el trabajo constante, callado, sincero y dedicado es lo que a la larga puede dar el resultado que se busca en aras de la confianza y sinceridad mutuas entre personas que nunca deben faltar.
Alejandro Marcos que estuvo acompañado en la mesa de su mozo de espadas y subalterno Ángel Bayones, abrió su corazón a la afición de Zamora y habló también de los apoderados de los matadores, que han llevado las figuras de los toreros a la raíz profunda de su vocación, al éxito o al fracaso, pero siempre con la mente puesta en quien maneja su alter ego, su representación, su otra mitad.
El acto taurino, moderado por Jesús López Garañeda, nuestro Director de Comunicación y celebrado en el Colegio Universitario de Zamora, contó también con la presencia ayer del ganadero de “Valdefresno” Moisés Fraile”, y estuvo seguido por numeroso público.

FOTOS: PABLO ALONSO
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