Muy destacables y clarificadoras las palabras de Javier Núñez, el ganadero de la Palmosilla, que han sido recogidas por Javier Fernández en el portal de Cultoro ante la situación por la que atraviesa no solo su ganadería sino toda la cabaña brava española, a raíz de la situación de epidemia y ausencia de festejos taurinos en prácticamente casi todos los pueblos y ciudades de España. Y en los sitios en donde se han llevado a cabo excepcionalmente, las prevenciones, la incertidumbre y el miedo han retrotraído la presencia en ellos de muchos aficionados, seguidores y gustosos de la fiesta de toros con lo que la zozobra y el desaliento han sido notas más que dominadoras e influenciadoras de la decisión última del empresario organizador.
Javier Núñez compara la época de los años del hambre, los llamados 40 en el calendario español, tras el desastre de la guerra civil, con la actual marcha en las explotaciones ganaderas de bravo ahora mismo, en la actualidad. Y cree que las cinco hierbas es el número ideal para jugar un toro. (Las hierbas se refiere a que como los becerros nacen en el invierno y la hierba brota en primavera, es en esta estación del año cuando aquellos comen la primera hierba, por lo que siempre tienen una hierba más que años).
«Sabemos ya que en este 2020 no habrá toros pero no sabemos si los habrá en 2021. Con lo que la solución que están adoptando los ganaderos es reducir las ganaderías a la capacidad de autoabastecimiento de sus fincas, es decir, calculando el número exacto de animales que sus fincas son capaces de mantener de forma natural». De esta forma la reducción de piensos en la alimentación bovina es patente. «Si hay que quitarle el pienso a un toro se le quita a cuatreños y cinqueños. Llevábamos mucho tempo dándole vueltas a mejorar la rentabilidad de nuestras explotaciones, y ahora esto ha sido como chocarnos contra un muro. Pero bueno, seguimos en contacto con los nutrólogos”.
En todo este pasaje cruel, terrible y dañino que tiene en torno así el toro de lidia hay que reconocer que los grandes medios de comunicación tapan la realidad y no quieren mostrar el terrible drama de millones de familias españolas. «A los ganaderos les preocupa la salud de la gente y ahora mismo la vida en España no es segura, no es tranquila, y en consecuencia se augura un futuro malo», sentencia el ganadero.
En fin. Las cosas hay que verlas como son, afrontarlas con la realidad y no con el deseo de cómo querríamos que fueran. Por eso es preciso salirse totalmente de la política de una u otra forma y no mezclarla nunca con la afición. Porque normalmente a los políticos les gusta manosear todo cuanto les rodea si ello beneficia a sus propios intereses. No hay que ir muy lejos a buscar culpables de la situación de la fiesta de toros en España a los que se han unido ahora personas advenedizas de nuevos partidos e intenciones espurias, falsas, y eso es una piedra demasiado grande capaz de aplastar la afición por fuerte que sea.
Muy posiblemente la solución de pervivencia del toro de lidia estará ni más ni menos que en el medio rural en el que nace y lo que eso significa para tantas personas. En caso de desconocerlo o despreciarlo, quedarán los ganchos para colgar las canales y se oxidarán solos.
Dibujo Tarde de toros: José Palomar
Ganchos del desolladero en la Plaza de toros de Córdoba. Foto: López Garañeda
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