La XXII Edición de la semana cultural taurina de Rioseco fue inaugurada anoche en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Rioseco por el Presidente de la Diputación provincial de Valladolid, Jesús Julio Carnero García a quien acompañaba el Vicepresidente y alcalde de Rioseco Artemio Domínguez. El Presidente de la Corporación provincial, un hombre afable y campechano, destacó en su intervención la importancia de los toros para la provincia de Valladolid y la Región y también el significado que el proyecto «tierra de sabor» marca para dar salida a los productos agrarios de esta tierra. En sus palabras el presidente de la Corporación provincial siempre estuvo al lado de los agricultores y ganaderos de la tierra, piezas tradicionales pero muy importantes para conseguir el desarrollo del medio rural.
Tras la intervención del presidente, el moderador de la mesa Jesús López Garañeda fue presentando al amplio número de participantes que debían intervenir en la jornada inaugural: Así el Director de la Escuela taurina, Santiago Castro Luguillano; el ganadero Simón Caminero Ortega; el presidente de la Federación Justo Berrocal y los novilleros de la escuela Ángel Jiménez y Jorge Sahagún que, según ellos mismos anunciaron, debutarán con caballos esta temporada.
Se echó de menos la cita que tenía tanto el ganadero Antonio Bañuelos, a quien una reunión en Salamanca de la Unión de Criadores de toros de lidia le mantuvo alejado de la Ciudad de los Almirantes e imposibilitó que acudiera y el presidente de la Peña Jorge Manrique organizadora del acto José María Rueda, hospitalizado en Valladolid a causa de una dolencia.
Sin embargo, el moderador se acordó de él y estas fueron sus palabras al respecto:
JOSE MARIA RUEDA ALONSO, el CHEMA , a quien unos viejos carteles titularon el torero más joven de España, Peñista de la de Manrique, costalero de su torero si llegaba la ocasión y defensor a ultranza del mismo, le pirra seguir poniéndose delante y no dudó en su vida de matar el gusanillo y regalar su arte a cuantos le vieron el mismo día en que bautizó a su último hijo en la finca de Manolo Lobato» Vaquerito», recibiendo a portagayola y toreando como jamás se le había visto un novillote sin carnet.
En fin, Chema uno más del elenco de la amplísima nómina entregada por Rioseco a la historia de la tauromaquia y fielmente recogida por Alberto Pizarro en su estupenda obra de «Enríquez a Manríquez, una taurología«, permanece sentado en el estribo junto a los Bernardino Pérez Cabañas; Herminio Jiménez «Búfalo»; Gumer Galván: Guillermo Gutiérrez «Arrucita»; Raúl Manrique «El Taca»; Gregorio Busnadiego; Paco Pérez «Cabañas»; Jesús Pérez Mateo; Jesús Cid «Jesuso»; Angel García «Junquerillo»; Ángel Jiménez; Antonio Merino «El plantío»; Manuel Lobato «Vaquerito»; Diego Jiménez «El pintor»; Jorge Manrique y César Manrique, su colofón… El prado del Aguachal; el corro de los toros, la plaza de la Villa o el Coso del Carmen son los cuatro enclaves que guardan celosamente su memoria de sueños, anhelos y esperanza.
Todos estuvieron en su sitio, desgranando opiniones, recordando anécdotas, desmigajando una fiesta como es la de los toros tan llena de significado.
Al final, el Alcalde de Rioseco entregó un escudo de la Ciudad al Presidente de la Diputación por su apoyo, su presencia y su claridad de ideas especialmente en estos momentos tan difíciles y complicados para todos.
El auditorio que asistió al acto, aplaudió con fuerza todas y cada una de las intervenciones, sirviéndose al final un vino español en las dependencias de la Peña.
Reportaje fotográfico: Miguel Ángel Santos/ Diputación de Valladolid y Barrios
En la sección de fotografías, instantáneas de IVÁN PACHO.
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