En la finca de la población salmantina de Traguntía es la cita de este próximo sábado a las 11,30 de la mañana para los novilleros participantes en una nueva jornada de la actual edición del Certamen de Tentaderos «Ciudad de los Almirantes». La Ganadería de Garcigrande, propiedad que fue del malogrado ganadero Domingo Hernández que siempre acogió a la comitiva de novilleros con su habitual hospitalidad y campechanía, hoy en manos de su hijo Justo Hernández, abre sus puertas de la finca de Traguntía, en la carretera que une la Fuente de San Esteban con Vitigudino, para tentar allí las eralas de su explotación agropecuaria.
Domingo Hernández, a quien van a recordar en un homenaje que se celebrará en la localidad madrileña de Humanes, por su aportación a este vivero de bravura, nobleza, acometividad y casta consiguiendo aportar unos toros apreciados por toreros y público en una garantía de espectáculo, tendrá su memoria este sábado en las coquetas instalaciones de la Plaza de tientas de Traguntía.
En estos momentos es Justo Hernández, su hijo, quien dirige el equipo de vaqueros y mayorales de la prestigiosa ganadería de Garcigrande, heredera de aquellos toros originarios y primigenios de la vallisoletana localidad de Tordesillas donde estuvieron sus comienzos.
Y aunque ya no pueda saborear aquellos pastelillos de Rioseco, las «marinas», con que tanto él como su esposa Concha Escolar degustaban y apreciaban el día de la tienta por obsequio de la organización, siempre será grato y emocional el recuerdo por ese hombre que siempre acogió a los novilleros de la Escuela de Rioseco en su casa, facilitándoles las reses para tentarlas.
Esa mañana, el brindis de los novilleros irá al cielo del encinar salmantino de Traguntía, porque «Ya son claros, ya sombríos los dispersos caseríos, los lejanos torreones. Hacia la sierra plomiza van rodando en pelotones nubes de guata y ceniza…Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado, hay trozos de cielo añil».
En tu recuerdo, Domingo, y gracias a la familia en nombre de todos.
Foto: José FERMÍN Rodríguez
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