Tres ganaderos, tres, estaban citados en la mesa del Ayuntamiento de Rueda para hablar de los denominados «encastes minoritarios», en un acto cultural realizado por la Asociación taurina de la localidad rodense. Ellos eran Fernando «Adelaida»; Miguel Zeballos y Aurelio Hernando y la moderación del pedrajero Javier Fernández Cisneros quien además es presidente de plaza de toros y que han hecho pasar un rato más que agradable a la concurrencia y público que acudió a la Casa Consistorial de Rueda, perfectamente ambientada y decorada con dos cabezas de toro espectaculares.
Aunque al final de los cuatro miembros de la mesa, hubo que pechar con la ausencia de Fernando García por motivos profesionales y de insalvable presencia. No obstante, el resto de los miembros convocados al coloquio, quedó una terna que salvó la tarde muy dignamente, pues las aportaciones de todos ellos supusieron un mejor conocimiento de las cosas, una mayor comprensión de la situación por la que atraviesa la ganadería de bravo, dirigidos por la batuta de Javier Fernández que moderó con pasión, entereza y conocimiento.
Tras las palabras de bienvenida a cargo de Juan Alonso, el alcalde de Rueda así como las del Presidente de la Peña taurina organizadora, Maxi, y de Pablo el alguacil incansable y retratista de los momentos con que ilustramos esta crónica recordatoria, se dijo que ahora se trata de «quitar todo lo que es duro y que el toro moleste al torero lo menos posible en alusión a los encastes vazqueño, saltillo y veragüeño. Hablaron de la pasión con que los franceses giran visita, estudian y conocen estos enclaves ganaderos y se dedicó una parte de la intervención al toro de calle que ha salvado en no pocas ocasiones la cuenta de resultados de las ganaderías.
«Estamos acomplejados los taurinos«- espetó el moderador de la mesa a lo que tanto Zeballos como Hernando le dieron la razón. En su humildad Aurelio Hernando destacó la discusión con Prieto de la Cal por aquello de lo veragüeño. «De Veragua y Vázquez no quedan más que 500 vacas en toda España, y yo tengo lo que tengo».
«Cinco asociaciones de lidia y no se ponen de acuerdo para fomentar y desarrollar los aspectos del toro bravo. Eso es algo que hace imposible el funcionamiento ganadero»- Se arrancaron desde la mesa presidencial. También criticaron el tema genético calificándolo de «cachondeo genético, pues la patente genética era un absurdo».
Luego el público también pudo intervenir, aclarando sus dudas y dando respuesta a muchas de las preguntas que los aficionados se hacen en torno a la fiesta de toros.
En resumen, un acto muy didáctico, enriquecedor y divulgativo con pasión, certeza y conocimiento a cargo de una terna que salió de Rueda por la puerta grande gracias a la Asociación taurina y cultural de la localidad.
Fotos: Ayuntamiento de Rueda
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