La bella localidad que es conocida como el jardín de la Alcarria anuncia un encierro de toros para el día de San Roque, el patrón torero más importante de mediados de agosto, que ahora ha sido suspendido.
Los encierros, aspecto que no autorizan algunas comunidades por aquello del miedo al contagio y a la propagación del virus Covid 19 que tan a mal traer tiene a toda la sociedad, iban a celebrarse en Brihuega.
Y el encierro, declarado de interés turístico regional, concita en sí mismo un aspecto más que importante en las fiestas de verano de los pueblos, y en este caso aflora como los hermosos y olorosos campos de lavanda de la localidad arriacense de la provincia de Guadalajara.
Brihuega es el primero de los sitios donde se anunció que habría encierro de toros otra vez.
Centenares de personas, en su inmensa mayoría de la localidad, participaron en Brihuega en una manifestación de protesta por la suspensión del tradicional encierro del 16 de agosto, el más antiguo de la provincia y declarado de interés turístico regional. Es el segundo año consecutivo que el encierro no se celebra por la pandemia. El año pasado no hubo polémica, porque estaba todo más claro, pero no así este año.
La versión que dio el Ayuntamiento es que tras la autoevalución del evento, con ayuda de los técnicos, el resultado es que se trata de un espectáculo de «alto riesgo, por sus características particulares», según se recoge en el comunicado oficial emitido por el equipo de Gobierno.
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