Atractiva y entretenida tarde de toros la celebrada hoy en Olmedo con la lidia de seis toros de El Canario, nobles y bravos, aplaudidos en el arrastre para Andy Cartagena, dos orejas y dos orejas; Óscar Borjas que sustituía al anunciado Moura Caetano, oreja y vuelta al ruedo y Lea Vicens, saludos tras aviso y oreja tras dos avisos.
La fiesta en honor a San Miguel y San Jerónimo trajo al coqueto coso de Olmedo una corrida del hierro de Manuel Santiago Corvo «el canario» con seis ejemplares cuajados y con cara murubeña inconfundible que han sido nobles para los rejoneadores aunque cada uno de ellos ha tenido, sin duda alguna, una forma distinta de practicar el bello arte de Marialba. El triunfador por orejas cortadas ha sido Andy Cartagena al desorejar a sus dos enemigos con un rejoneo clásico, clavando arriba, aunque estuvo mejor en el que abrió plaza que con el segundo de su lote obteniendo el mismo premio sacado a base de retenerse el arrastre, pese a que el Presidente del festejo Chema Costales hacía gestos ostensibles para que las mulillas del tiro de arrastre llevaran al desolladero al ejemplar, arreciando el griterío de los espectadores y de los subalternos pidiendo un trofeo más. Lo mejor de Andy Cartagena en este toro estuvo en el rejón de muerte clavado arriba y de efecto fulminante.
Óscar Borja el burgalés que entró en la corrida en sustitución de Joao Moura Caetano puso lo mejor de su rejoneo ante el quinto de la tarde. Cabriolas increíbles con su cabalgadura, muy aplaudidas por el público al que metió en el bolsillo con una actuación serena, entregada y con una doma más que perfecta. Clavó el rejón de muerte algo trasero y el toro se mantuvo sin echarse, con lo que echó pie a tierra para descabellar al burel, errando en varias ocasiones con lo que se enfrió la más que ganada petición de trofeos, que le hubiera abierto la puerta grande de la plaza, pues ante su primero cortó otra oreja. Hubo de conformarse con una vuelta al ruedo muy ovacionada.
Lea Vicens, la amazona que debutó como rejoneadora en esta misma plaza no estuvo afortunada ante el tercero de la tarde pues se atascó con el rejón de muerte dando un auténtico sainete con los aceros y descabello oscureciendo una faena muy digna ante este toro. En el que cerraba plaza, y pese a recibir dos avisos, le concedieron una oreja por su labor.
En resumen, entretenida tarde de rejoneo en la ciudad del caballero, con tres cuartos de plaza y un tiempo espléndido y soleado. Antes de romper el paseíllo sonó el himno nacional interpretado por la banda de música.
Fotos: José FERMÍN Rodríguez
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