La empresa de Carlos Carrillo, un palentino que dirige «Albero Norte«, ha puesto en escena dos novilladas sin picadores en Astudillo, con motivo de sus fiestas patronales en las que el festejo tradicional del toro enmaromado por las calles supone una significativa y emocionante realidad para la localidad cercana a Palencia. En esta ocasión se han lidiado dos novilladas a plaza llena, una corriendo novillos de Hermanos Asensio para Alejandro Cano, ovación y dos orejas y Vicente Pérez, oreja y palmas. El novillero Alejandro Cano recibió una cornada en el gemelo izquierdo durante la lidia del tercer novillo.
Y ayer domingo, se lidiaron novillos de Carreros, de buen juego para Eusebio Fernández, palmas y palmas y el novillero de San Sebastián de los Reyes Diego García, oreja y vuelta al ruedo.
La historia a destacar es que la población de Astudillo pone en marcha, gracias a la empresa de Albero Norte, novilladas para muchachos que empiezan y que quieren ser toreros. Chicos que todavía no tienen renombre pero que, algunos de ellos sin duda llegarán a tenerlo y más de uno recordará que él estuvo en los comienzos de andadura por el proceloso mar del mundo taurino.
Ayer domingo, ante la imposibilidad de estar presente en Astudillo, nos informa Pepe Estévez de Opinión y toros con la objetividad que le caracteriza que Diego García, en la fotografía, tuvo una gran actuación mostrando un toreo serio y asentado en una extraordinaria faena, malograda con el descabello.
Carlos Carrillo sigue, temporada tras temporada, con la ilusión, las ganas y el trabajo de seguir dando toros para deleite de la afición, y para recuperar un sitio que nunca perdió el joven empresario de Baltanás. Además cuidando los detalles y haciendo de esta profesión tan desarraigada, contraria y egoísta en ocasiones del objetivo final una más idónea, razonable y pensada para encandilar al público y que se acerque con simpatía, respeto y afición a la fiesta taurina. Los dos llenos son buena prueba de lo dicho.
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