Buena novillada la que abrió boca en Ledesma, la villa Bletisa charra que celebra sus fiestas del Corpus con toros, entretenimientos, alegrías y chanzas entre sus gentes, hospitalarias y buenas. José Ignacio Cascón, un hombre empresario joven de entre los ledesminos había programado un concurso de ganaderías, eligiendo a cuatro de la zona, que dieron un juego extraordinario en cuanto a bravura y acometividad.




Tanto que, por ejemplo, el tercer toro de la tarde del ganadero Antonio Palla murió congestionado después de haber dado un juego excepcional a su matador sin que recibiera ni un solo pinchazo con la tizona de su matador. El animal había acometido en todos los tercios de su lidia con brío, ímpetu y codicia lo que le cosechó un auténtico colapso circulatorio de su sistema nervioso y sanguíneo, lo que le produjo la muerte instantes antes de entrar con la espada el torero a quien correspondió su lidia.
En la tarde de la apertura de feria se lidiaron cuatro novillos por el siguiente orden: Uno de Valrubio, bravo y aplaudido en el arrastre por Alberto Escudero Grande, el novillero de San Muñoz, que cortó una oreja. Otro de Montalvo, bueno, noble y encastado también aplaudido cuando el tiro de mulillas lo llevaba al desolladero, lidiado por Roca Rey, el torero peruano, que cosechó una ovación con saludos. Un tercero de Antonio Palla, noble y acometedor, para Francisco Colmenero que obtuvo silencio del público tras su trasteo y un cuarto animal, muy bien presentado, con cuajo y kilos, de Cilleros para Ginés Martín que cortó una oreja.
La novillada de esta tarde en Ledesma ha estado arropada por algo más de media plaza, bien es verdad que bulliciosa y con ganas de parranda, especialmente en el tendido de la solanera donde las pandas de jóvenes hicieron más de un cante y de un apoyo a los toreros que hicieron este paseíllo en el coso bonito y acogedor de Ledesma.

Tanto Alberto Escudero como Ginés Martín se elevaron en triunfo gracias a su oficio y buen hacer ante las caras de sus ejemplares. Escudero, el chico de San Muñoz, localidad salmantina, estuvo muy bien con el capote, dando unos lances de recibo muy aplaudidos por el público. Luego con la muleta, tras haber brindado a los espectadores, estuvo muy aseado. Una estocada trasera y tendida y un golpe de descabellos atronaron al animal y le hicieron merecedor de una oreja que le fue concedida por el usía.
El novillo de Montalvo, corrido en segundo lugar, fue lo mejorcito del encierro. Su lidiador, el peruano Roca Rey, estuvo bien, valiente y tranquilo, dándole la distancia que el animal requería, pero con la espada sufrió casi un calvario al precisar de media y dos pinchazos antes de lograr la estocada haciendo muy bien la suerte. El novillo enviado por Juan Ignacio Pérez Tabernero a este festejo fue incansable repetidor, noble, una perita de donguindo, yendo y viniendo con celo y galope y respondiendo perfectamente a su lidiador.

Francisco Colmenero con el de Palla lo intentó. Fue un novillo noble y bravo, que embestía con prontitud y que llegó a morir de congestión en el mismo ruedo cuando el diestro se disponía a entrar a matar.
Y el cierre del festejo estuvo a cargo del torero de Olivenza (Badajoz) Ginés Martín que a la postre fue quien hizo las mejores cosas ante el bronco y duro novillo, que se dolió en banderillas, pero que estuvo excelentemente presentado de Cilleros.
Ginés Martín estuvo muy torero, asentado, con oficio y sabiendo lo que hacía para conseguir que el animal dulcificara su embestida. El animal empezó rebrincado para acabar siendo sometido por la mágica mano del pacense Ginés quien además fue el ganador este año del Bolsín de Ciudad Rodrigo y a quien prepara el matador Luis Reina allá en la escuela taurina de Badajoz
En resumen, una entretenida novillada, pese al viento que sopló fuerte a rachas, la que se disfrutó hoy en la coqueta plaza de toros de Ledesma, ante una escasita media plaza, bien es verdad que bullanguera y con ganas de fiesta y donde los novilleros Alberto Escudero y Ginés Martín se alzaron con el triunfo, ante una afición entendida que los aplaudió con calor y cariño.
Fotos: J López
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