Encontrar animales con la raza, bravura y pujanza de las vacas toreadas ayer en una clase práctica por los alumnos de la escuela taurina de Rioseco en la plaza de Sieteiglesias de Trabancos supuso una emoción sincera y una grata tarde de toros, bien es verdad que en esta ocasión por el ramillete de aspirantes a torero que son los alumnos de la Escuela. Enhorabuena al ganadero Jaime García por este producto digno de suerte y mejor seguimiento. Y los espectadores se lo pasaron estupendamente aplaudiendo con fuerza todas las faenas. Y así se cerró la fiesta patronal de Sieteiglesias en una tarde inolvidable para los muchachos.
Llegamos con el tiempo justo a Sieteiglesias después de haber asistido al acto de presentación del libro «Trasbordo en Medina», novela escrita por Paco Cañamero en la biblioteca pública de Medina del Campo y acceder a la plaza que Mamerto López Díaz dispone en la localidad vallisoletana para celebrar allí las fiestas patronales de toros en honor a San Pelayo.
En esta ocasión se había programado una clase práctica con la totalidad de los alumnos que integran la Escuela taurina de Rioseco y la verdad es que el público se lo pasó extraordinariamente bien, presenciando cómo la tienta de hembras y el discurrir de la tarde colmaba de esperanza los nuevos valores que quieren incorporarse a este mundo de la fiesta de toros. Ovaciones sinceras, fuertes, especialmente cariñosas salidas de unos tendidos que presentaban un casi lleno con todos los vecinos, chicos y grandes, sentados en el graderío y disfrutando de las evoluciones de las bravas vacas de El Carmen. Fueron picadas por Rafa Agudo, el picador que sirvió a las órdenes del malogrado Iván Fandiño, vaquero en el Raso de Portillo. Los encargados de parar las reses fueron Jesús Herrero, Jesús Ojeda y el siempre buen tercero «Villanubla», aunque no me gustó que diera sus capotazos con pantalón corto, demasiado veraniego para la ocasión.
No obstante todo el festejo resultó brillante, muy enriquecedor y de forma didáctica dándose al público una lección de Tauromaquia como es la tienta de vacas destinadas o no para madres. Estuvo dirigido por Raúl Alonso, actual director de la Escuela taurina. En el callejón también se encontraba el profesor de la escuela Herminio Jiménez «El Chaca».
Y aquí destacar la importancia y la bravura de las eralas de Jaime García que con el hierro de El Carmen echó un ganado inmejorable, espectacular, noble y encastado.
Y la Escuela taurina de Rioseco pule con su actividad a estos jóvenes alumnos, mostrando además al público muchas de las cosas que son capaces de hacer con el capote y una muleta.
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