La cogida de Saúl Jiménez Fortes en la Plaza de la Malagueta por un toro de Núñez del Cuvillo produciéndole en la caída un traumatismo cráneo encefálico sobrecogió a los espectadores de la corrida sobre todo al comprobar la pérdida del conocimiento del diestro y quedar inerte en la arena.
Según el parte facultativo presenta traumatismo craneoencefálico, heridas en maxilar derecho y labio. El toreo fue sido trasladado al hospital Vithas para practicar pruebas radiológicas al respecto.
Fortes fue llevado a la enfermería por las asistencias tras ser cogido por el tercer toro de fea manera en la corrida celebrada en La Malagueta. Remataba una tanda y cayó de costado sobre la cabeza. No hay cornada pero pasó sin conocimiento a la enfermería. El golpetazo, a decir de quien lo vio, fue impresionante.
Jiménez Fortes es uno de los toreros que más está sufriendo el alcance por los toros. Cosido a cornadas parece hasta mentira el aguante sobrehumano de la persona, superando una y otra vez el riesgo, el miedo y la integridad física por seguir practicando el arte de torear.
No nos olvidamos de Damián Castaño que también ha sufrido lo suyo en otro golpetazo producido durante la lidia de su toro ni por supuesto de cuantos convalecen en el lecho del dolor como consecuencia de su vocación torera.
Ellos mismos lo dicen que es un riesgo asumido en su interioridad, «gajes del oficio» expresan casi siempre en cuanto pueden hablar por lo que la superación de la dificultad es más que envidiable, plausible.
Deseamos a Jiménez Fortes y a todos sus compañeros de profesión un pronto restablecimiento de sus dolencias, pero hay momentos en que la angustia, el dolor se ceba con unos y otros. En este caso, Jiménez Fortes se lleva la palma.
Foto: Eduardo PORCUNA
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