
El equipo de salmantinos que integran la mercantil «Funciones taurinas» y cuya dirección ostenta Antonio García Jiménez, conocido en el mundo taurino como «Toño Matilla», ponen en marcha la programación de una plaza prácticamente olvidada en el circuito taurino por aquellas afrentas y luchas políticas a las que se suman socialistas de nuevo cuño, rotos y divididos por querer ser contrarios a la fiesta de toros y aparentemente querer gozar luego de inmunidad y apoyo en cabildos y ayuntamientos, corporaciones y asambleas regional y, al fin, en el gobierno de la nación.
La matraca repetida una y otra vez sonando en los medios, enfermizos y divulgadores de solo una idea contra los toros, llega ya a extremos intolerables para cuantos gustan de esta fiesta tan española, cultural, digna y emotiva. La concejala socialista Begoña Sánchez manifestó que «muchos estados europeos y municipios de Mallorca han renunciado a estos espectáculos vergonzosos», de ahí que su grupo apoyará la propuesta ya que según la señora concejala apuntala «los valores mayoritarios de la sociedad que avanza contra el maltrato animal y la tortura». Otra socialista a la que los estereotipos en boga hoy en día, machaconamente repetidos, la han abducido como a tantos y tantos que se creen gerifaltes y timoneles de las sociedades.
La realidad del cuento es que la casa Matilla, de Salamanca, ha cerrado un cartel extraordinario y atractivo para que Mallorca recree la fiesta de toros con un espectáculo, al menos sobre el papel, muy importante, claro, especial, grandioso. Se lidiará una corrida de Zalduendo y se anuncian José Antonio «Morante de la Puebla», José María Manzanares y Alejandro Talavante en horario nocturno, dando comienzo el paseíllo a las 22:00.
A la luz de la luna, volverá el toreo a ser grande en Mallorca, en una plaza española más, señorial y emotiva.
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