Cuando se dice en ocasiones que los jóvenes no están interesados por la fiesta de los toros, la afirmación raya casi en la mentira y por qué no en el absurdo. Chicos y chicas hay que están muy pero que muy interesados por los acontecimientos taurinos, saben de toros, conocen perfectamente las idas y las venidas de los matadores, siguen las evoluciones de las ganaderías y están en la cresta de la ola, en muchas ocasiones, para las tareas informativas.
Hace algún tiempo escribí un artículo dedicado a los fotógrafos taurinos, imprescindibles en los festejos que son capaces de captar el momento, la intensidad de un lance, el triunfo, las lágrimas, el fracaso o la emoción que orla la personalidad de un torero. En aquella ocasión destacaba a ese elenco, a ese ramillete cada vez más profesional, más artista, más expresivo que sabe captar en sus daguerrotipos y aprehender en un instante la belleza de la tauromaquia, sin olvidarme por supuesto de los dibujantes que en unos rasgos, unas pinceladas al instante, captan el gesto, la acción inolvidable, y comentada después, del enfrentamiento entre un hombre y un toro.
Y también hay personas como la que traemos hoy en nuestro reportaje para conocimiento de los lectores que, micrófono o cámara en ristre, recogen las impresiones de los toreros, antes de empezar la corrida, graban sus imágenes y acercan luego al espectador no solo la noticia sino, y lo que es más importante, el sentimiento emocional de una persona que dedica su vida y su pasión a la fiesta de toros. Se trata del muchacho palentino Mario González, un joven a quien he conocido hace escasas fechas en la feria de Palencia y que luego hemos coincidido en varios de los festejos celebrados por esas plazas. Mario, siempre amable, sonriente, afectivo y lleno de profesionalidad para hacer su trabajo es ejemplo de un joven a quien apasiona el mundo de los toros y dedica su tiempo y su esfuerzo a darlo a conocer a su forma, en su medio, en este caso Castilla y León Televisión en cuyo programa «grana y oro» podemos verle todas las semanas junto a Carlos Martín Santoyo y a Manolo Illana. Estos dos padrinos de Mario en el aspecto taurino, expertos conocedores del mundillo y sabedores de toreros, novilleros, suertes y ganaderías son personas a quienes apasiona también este precioso, complicado y atrayente juego eterno del hombre con el toro y seguro que Mario aprende de ellos y de sus enseñanzas, experiencias y consejos.
Mario González ya va adquiriendo su propia personalidad, coloca el micrófono y pregunta al torero o al novillero de turno, sacándole las palabras en esos momentos en que la boca está seca por la responsabilidad, el paseíllo está a punto de empezar y los toreros sienten en su espalda el escalofrío del miedo. En especial esta temporada veraniega en la que el trabajo se ha acumulado en sus espaldas, y en las del resto del estupendo equipo humano que completan «grana y oro«, Mario González sigue al pie del cañón, realiza su trabajo y aportación valiosa con animosa entrega, fe y cariño por dar a los demás el festejo desde todos los puntos de vista, especialmente desde el de sus protagonistas directos.
En fin, Mario González, un joven más que entra en la información taurina, que quiere aprender y que también es un ejemplo para todos esos jóvenes a quienes apasiona la tauromaquia. Y si además es palentino, ¡miel sobre hojuelas!, por la buena gente aficionada que hay en esa tierra que bendice el Cristo del otero.
Fotos: J. López
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