El espectáculo de cortes, quiebros y saltos que la empresa de la Plaza de toros de Valladolid pone en cartel el día de San Pedro Regalado el próximo sábado día 13 concita un interés importante entre los aficionados a esta modalidad taurina traída del medio rural y colocada en escena en el coliseo vallisoletano, en esta ocasión por «Toropasión». El reclamo videográfico puesto en circulación es el siguiente: https://youtu.be/5ufMKLWOcZs
La llamada a contemplar a los mejores cortadores del momento que acudirán al coso del Paseo de Zorrilla, dispuestos a mostrar sus habilidades frente a un toro y a cuerpo gentil, seguramente atraerá numerosos espectadores al graderío de la plaza que disfrutarán y aplaudirán a estos jóvenes que mecen su cuerpo, doblándolo como un junco de ribera ante las astas del toro, lo burlan y despiertan la admiración ante una gesta única, de otro tiempo, rememorando los inicios del juego eterno del hombre con el toro y del afianzamiento de la Tauromaquia.
En el principio fue el corte, el quiebro, el salto, la caza del toro. Después vendrían las luces, el colorido…Pero en ambas expresiones taurinas prevalece la inteligencia humana para doblegar la fuerza bruta, explosiva, impetuosa, de un animal bravo en toda su pujanza. Los dos aspectos son Tauromaquia y aunque a unos les guste una disciplina, un arte, una manifestación más que otra, convendremos todos en que al final todo se une, se engarza, se junta en un maridaje extraño, genuino y singular como es el hombre y el toro frente a frente.
Valladolid se viste de fiesta esta semana para honrar a su Santo patrón, San Pedro Regalado, el de Valladolid y de los toreros, el primer cortador del que se tiene noticia junto a su hermano celeste Juan de Sahagún, que fue capaz de parar, templar y mandar a un toro bravo a cuerpo gentil, sin capa ni capote, sin muleta y sin estoque en el camino del Abrojo lagunero.
La gente que siente los toros, los respeta profundamente, los ama y se enorgullece de ellos y con ellos tiene una cita ineludible este fin de semana en Valladolid. Por eso bueno es aplicarse la coplilla, sentida, de «Yo he de ir, yo he de ir a ver los toritos a Valladolid». Y más en San Pedro Regalado.
Foto: José FERMÍN Rodríguez
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