Hoy era uno de los grandes días toreros del año. Pamplona estallaba en toros y fiesta para conmemorar a su patrón el chiquito Fermín, el hijo de Firmo y de Eugenia, adalid del cristianismo por cuya causa sería degollado. Pero el momento no es para recordar al santo sino a un amigo con quien unimos nuestro esfuerzo, difusión y trabajo por la fiesta de toros hace ahora ya una docena de años.
Se trata de Fermín Rodríguez Sánchez, un gráfico medinense, trabajador al volante y un aficionado de primera a esta singularidad de los toros. Nos conocimos en una feria de Espectáculos taurinos de Medina del Campo y ahí, uno con la palabra y otro con el retrato llegamos hasta donde hemos llegado. Nada menos que 2.500 artículos, reportajes, instantes e historias de quienes quieren ser toreros o ya han llegado a ello y 12 Anuarios taurinos al coleto para regusto de los aficionados.
Hemos y seguimos trabajando juntos, este año menos, por las circunstancias de todos conocidas con padecimiento de una sociedad confinada y sufriente. Sin embargo, poco a poco vamos intentando poner en marcha la maquinaria que hasta ahora nos ha funcionado como un reloj preciso, con pocos retrasos en horas, buenos en actitudes y honrados en el cometido.
Hoy es San Fermín, el santo y cumpleaños de mi amigo con quien tantas tardes de toros hemos compartido. Lo que le he dicho a él personalmente: Felicidades, y que cumplas con salud.
Fermín Rodríguez, un hombre de la imagen e ilusionado con recoger en su objetivo mecánico el instante fugaz y pasajero del tiempo en una tarde de toros y yo me siento muy satisfecho de haberle conocido y compartir con él la ilusión y el tiempo.
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